Ímpetu

Por la senda que transitas tan mohíno,
esa ruina de inclemencias que te embarga
es contienda que ya habitas, tan amarga
que ilumina de experiencias tu destino.

Allá espera tu ventura, peregrino:
de tu vida habrá reposo, dura y larga.
La cansera tendrá cura, de tu carga;
y la herida del hastioso, cruel camino.

Dolorido, no te rindas, caminante,
que es latido que le brindas a tu intento
cada salto, victorioso, hacia adelante.

Mira a lo alto, sigue ansioso, sin lamento:
cada paso no te duela, de gigante,
que el fracaso pronto vuela con el viento.