Infortunio de Alcoba

No quiero más.
No quiero escuchar su voz
y que las sombras
me devuelvan su luz.

Cuatro paredes,
unas montañas,
rayos cortados por el ventilador
y un río de plata que baja,
que por mi rostro baja.

Recuerdo maldito y sensual,
que hoy es excitación sin satisfacción,
te pido que vueles alto y quemes tus alas
con el sol de mi dolor.

Era senescal de mi reino
pero hoy la anarquía
lidera mis cuatro miembros
y el suicidio se ha proclamado
como único libertador.

 

y la lírica, el mejor escape al infortunio sensual de un recuerdo vivo... bello.