Invierno y ausencia

Invierno de la ausencia,
hoy presiento tus pasos
que vuelven a seguirme
con detenido espanto.
Tu instante se diluye
en el silencio blanco
y hay veces que me llama,
mas huyo a su reclamo.
Invierno de la ausencia
que conquistas mi espacio
con la helada terrible
que vienes anunciando,
responde: ¿qué pretendes
cubrir bajo tu hábito?
¿Acaso los deleites
del cuerpo desterrados?
¿Acaso los olvidos
que han hollado mi tránsito?

Invierno de la ausencia.
Tu manantial nevado
vuelve a mi ensoñación
de ritos y oceanos.
Y tu nevada, a veces,
se recrea en mis párpados.
A veces, sólo a veces,
en el silencio blanco.

 

Realmente una estampa desoladora