Invito a escribir Ovillejos con un refrán por tema

Así la vida se le trunque
Aunque
se le estire por ser rico
el hocico.
por su crimen le condenen,
le quemen.

Por delincuente le temen
porque es refrán verdadero
Sigue el perro que es huevero
aunque el hocico le quemen.

 

El astuto no barrunta:
pregunta

porque sabe que no bregas
y llegas,

sin que el trajín te carcoma,
a Roma.

En la vida, hay un axioma
que hasta Nerón comprendía
con su sesera vacía:
Pregunta y llegas a Roma.

 

En la noche, en plena escena,
bien cena
con alegría también,
quien bien
a su empeño no le baja,
trabaja.

Y en hacerlo no se raja
porque al buscar el sustento,
sabe que en todo momento
bien cena quien bien trabaja.

 

Si alcanza con espantar,
matar

(por torpe) a veces promulgas.
Las pulgas

remueves, sin darte giros,
a tiros.

En lo que son dos suspiros
el salvaje exagerado
comete el peor pecado:
Matar las pulgas a tiros.

 

Cuando la paciencia mengua
la lengua

resulta ser un grandote*
azote.

Nunca será el anticuerpo
del cuerpo.

Si hay algo en lo que me acuerpo**
es en medir las palabras.
Mejor, la boca no abras:
La lengua, azote del cuerpo.


* Me sorprendió no encontrar este coloquialismo en el DRAE: https://es.thefreedictionary.com/grandote
** Acuerpar: tr. C. Rica y Pan. apoyar (‖ favorecer).

 

Luchar pase lo que pase
nos hace
un gran logro conseguir
Parir
aun corriendo sin zapatos
mulatos

Aunque se pase un mal rato
no hay que sufrir ansiedad
porque la necesidad
nos hace parir mulatos.

 

Teniendo las panzas llenas,
las penas
seguramente se van
con pan,
y las molestias sin frenos
son menos.

Por eso ratos amenos
procuremos con pitanza,
pues si llenamos la panza,
las penas con pan son menos.

 

¿Qué rasgo nos cuesta caro?
¡Lo avaro!

¿Y si el ruin muestra su garra?
¡Desgarra!

¿Qué nos roba el muy bellaco?
¡El saco!

Busca el billete, no un paco*
abusando a los demás.
De la ruindad te abstendrás:
Lo avaro desgarra el saco.

* m. coloq. Arg. y Ur. Cantidad importante de dinero.

 

El acreedor nos apura
dura
alegra el destino loco
poco
buena suerte traería
la alegría

Pronto cobra aquel que fía
la factura llega en sobre
pues dice el refrán que al pobre
dura poco la alegría

 

No está el campo como debe,
no llueve.
No se mira cada arbusto
a gusto,
como en pasados periodos,
de todos.

Ahora el cielo con sus modos,
de acuerdo con estos dichos,
no satisface caprichos,
no llueve al gusto de todos.

 

Bastantes dicen que al lelo,
del cielo
—aseguran los que saben—,
le caen
(aunque tenga mil congojas)
las hojas.

Desde verdes y hasta rojas
les llegan porque está mal,
pues quien nace pa tamal
del cielo le caen las hojas.
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¡Qué platillo cocinó!
Si no

lo bajo a pura cubata
me mata,

mas sé que mi opción vilorda
me engorda.

Por suerte, mi esposa es sorda.
¡Cocina y cómo maldigo!
Como conserva, mi amigo:
si no me mata, me engorda.

 

Con firme paso en la loma,
Mahoma,

íntegro y valiente escala;
va a la

cima y conquista tamaña
montaña.

Ponle esfuerzo y mucha maña.
Si andando no se desloma
la montaña hacia a Mahoma,
Mahoma va a la montaña.

 

De niño me percaté:
El que

nos demanda a toda hora,
no llora

de vicio: si no reclama,
no mama.

No es que nos mojen la cama
o hipocondríacos sean.
Si las tetas escasean,
el que no llora, no mama.

 

<Ahorra esfuerzo, solo amago>
el vago
con el brazo sube y baja
trabaja
queda mal, porque no es noble
doble.

Por vago prefiere el roble
Sale mal y lo repite
se le cobra ese desquite
El vago trabaja doble

 

Es lamentable querer
vender,

con tretas y sin recato,
un gato

(cual del crimen, ¡gran orfebre!)
por liebre.

Su cuna no fue un pesebre
y es ladrón de guante blanco.
Suele, a través de su banco,
vender un gato por liebre.

 

Cuando la pericia sale,
más vale
que cualquier tremenda hazaña,
maña,
que es mejor cuando se ejerza,
que fuerza.

Porque como aquí se versa,
de acuerdo con lo previsto,
para el flaco, pero listo,
más vale maña que fuerza.

 

Tu padre se ve pachucho,
mas mucho

y bien te aconsejará.
Sabrá

darte avezado consejo
por viejo.

Si te frunzo el entrecejo
es porque sé de qué hablo:
El Diablo sabrá por Diablo,
mas mucho sabrá por viejo.

 

Me suelo sentir un pavo
y esclavo

(como fumado en hachís)
de mis

torpes y a veces macabras
palabras.

Dijo mi madre: “No abras
esa bocaza, Fulgencio”.
Soy dueño de mi silencio
y esclavo de mis palabras.

 

Ya no será un acertijo
si el hijo,

luego de aquel gran desmadre,
al padre

(quien ciertas dudas mostró)
salió.

Promiscua vive y vivió
por más que el barrio le ladre.
De dudas sale la madre
si el hijo al padre salió.

 

Rosendo, las hojas que le caen deben ser de las que cubren a la mazorca. Buenos dibujos. Un abrazo, Luciana,