La chimenea de las hadas

Pensé y lo hice de una forma decidida.
Pensé en ti en general, en aquella dulzura envuelta en un velo,
que opaca pero no borra completamente los esbozos perfectos
tras el negro que reprime.
Un simple color no puede definir todo lo que hay detrás,
pero quizá sí lo que está por venir.
Ciertos augurios complican la vida de distintas formas
pero también revelan a aquellos seres que están con nosotros
y por más que el tiempo se acorte no desaparecen.
Como pretender escribir en aquellos márgenes olvidados
que acotan significados impetuosos aunque ocultos.
Como pretender entender que hay detrás de lo católico escrito en una mezquita.
Resolviendo aquellos enigmas complejos desde la primera mirada.
Pues detrás de todo gran secreto
existe una vida que grita por liberarse y quizá tan solo por ser escuchada.
Los días no son los mismos desde aquel exótico baile que marcó nuestro destino.
Tu risa me ayudó a reverlarte mis secretos,
ciertas palabras que no mencioné, quizá por miedo.
Tu cariño me envolvió en los momentos más difíciles,
tu imagen me daba paz simulando un profeta.
Sosegando aquel debate entre las distintas culturas.
Y elevándome como un globo que permite vislumbrar aquella ciudad subterránea
y sentirte cerca de un lugar tan lejano e inmiscuirte en él.
La magia que tú generas será nuestro secreto dentro de una experiencia que ha marcado nuestras vidas.
Aquella magia que se impregna en las letras y da un significado al universo
de un ser confuso que tan solo busca paz.
Aquella paz que tan solo una deidad como tú puede otorgar.

 

Felicitaciones.