La fantasía inconsciente.

La fantasía inconsciente

como el gran torrente

cruzó mi alma esas aguas

para integrarme al universo

en expansión

y la dialéctica se enfrenta

con el gran temor

a perder lo indiviso.


Pero me detuvo

la conciencia

porque sí, voy a entregarme

como así integrarme

a la naturaleza del amor.


El Dragón y su simbolismo

ungió a mis ojos de luz

y un remolino de ternura

de rosas y nubes

como un holograma

expandió mi Ser

para llegar a ver

a contra luz.

 

El dragón que concede tres deseos. Está presente en todas las infusiones. Y en algunas substancias de la Alquimia, como es el Manná egipcio. El Manná contiene oro, rodio e iridio monoatómicos. Y restaura el ADN celular, poniendo el cuerpo, joven, y la mente, abierta. Es para una longevidad, y una agilidad mental, y muchas visiones y sueños lúcidos. En cuanto a la Alquimia, es la rama del saber que procura el ordenamiento de nuestro mundo. Para legislar con mayor pudor, y sin meter la pata hasta el fondo. Como jueces que actúan con imparcialidad, y ternura. Siendo maternales, en lugar de demasiado exigentes.

 

Sugestivo y bello el poema que expones, Catia. Me ha resultado muy interesante su lectura.
Con afecto