La Gran Batalla Poética

Llega la de la guadaña
con su paso acompasado,
el presente y el pasado
y el futuro por compaña.
Siempre se da buena maña,
su paseo acompañado
del sonido sincopado
que le precede con saña
sube y baja la montaña
y el camino asaz hollado,
por sus pies harto pisado
siempre en pos de meta extraña,
ataja al final y amaña
el capital amasado
y, al llegar, ser bien juzgado
que ese tribunal no engaña.

 

Allá donde se dice que nos juzgan,
ni hay juez, ni la leyes que les dieron,
que no son otra cosa
que la insensatez...
y la leche que mamaron,
que en esta vida no pudieron.​

 

Preguntaron al "Garçón"
por qué querían juzgarlo
y el mesero al empastrarlo
pegóse un gran resbalón.
Fue tan grande el tropezón
que a Europa quieren mandarlo.

 

Que se queden su mentira,
¡cuánta tontería!, ¡cómo nos toman el pelo!
¿Será el derecho romano?,
será el izquierdo más griego,
será que leyes son pelos,
y algunos los tienen muy largos.

Serán las mieles más fieles,
y algunas dan pistas,
otras son carreteras de amargo
sabor cuando agria la leche;
mejores son los camelos,
por mucho que sean letargo
programas rosas de tele.​

 

Nos las dan de todas formas
los señores del tres por ciento,
siempre van con su lamento
mas no respetan las normas.
Con trajes de todas las formas
se merecen el tormento.

 

Cómo ponerse en algún bando
cual si hubiera como entrgarse a un solo lado

Ahora mo pongo como un poeta libre
uniendo al reto estas palabras simples

dejando comoun soneto mi pensamiento libre
acariciando sus versos
para sentirme libre

 

A lo largo de la vida
mudarás de pensamiento,
cambiará tu sentimiento,
siempre será tu partida.
Y sea libre o medida
será tu risa o lamento.

 

Y después de mucho correr,
el río llevará su agua,
la Luna seguirá saliendo,
y el Sol que aún alumbraba
las flores de los almendros,
apagándose en un descanso,
brillará entre los huertos,
donde estaremos descansando.​

 

Llegando aquí, ceniza y polvo,
memoria de dos generaciones
y después apenas nada.
Los papeles rotos, los escritos
olvidados en cualquier cajón,
energía perdida en el tiempo.
Y como Ramiro, diremos adiós
y seremos como viento que pasa.
El foro es un faro que se apaga,
pobres de nosotros, barcos
sin gobierno en un mar de odios.

 

Escribo lento, mientras, pienso,
como será eso de escribir intento
imaginarmelo un segundo,
y decido escrbir un soneto
y cantarlo al tempo,
pero no me sale, lo siento,
mis palabras son libres
pues las lleva el viento.
Sin más que añadir me pierdo,
entre las hojas blancas de un cuento
quizás aquí pueda terminarlo
quizás aqui acabe mi momento.

 

Palomas del palomar
en el balcón asomadas
queriendo al viento volar.
Blancas palomas deseadas,
quén os pudiera besar
vuestras plumas bronceadas.

 

Aquí vengo yo a guerrear
esta batalla campal;
le voy al clásico andar
de Lope y de Don Galán
y por eso yo presumo
que es más bello y más florido
volver al clásico nido
de la poesía rimada
que es más tierna y más mimada
que tomar del Diario siempre
la palabra ambivalente
del verso libre bonito
pero siempre lo repito
lo Clásico es más competente.

 

Dormirás sobre la cama caoba
entre sábanas acolchadas;
oirás el trino de los pájaros
y el murmullo del agua
mientras el crepitar de madera
te recuerde la ceniza.
Subirás, penacho de humo,
mientras las llamas te besan...

 

Bueno, aquí vuelvo yo,
con este verso tan corto,
pero nunca lo recorto,
porque así hasta Juan lo oyó.

Yo sostengo para siempre
que la rima es superior
y por eso el verso libre
nunca será el mejor.

Sigo hablando como siempre
de esta gran revolución
que fue el rimar parejo
como única sólución.

El verso libre es más prosa;
es bonito como eso
pero yo no soy travieso
y la rima es más hermosa.

 

A mi me gusta la rima,
también me gusta Neruda,
no tengo ninguna duda,
al verso don Pablo mima.
No siempre escribió el maestro
rimando ni sin rimar,
les propongo disfrutar
de este lenguaje nuestro
con ingenio e ilusión.
La verdadera razón
de rimar y no rimar
siempre será disfrutar
aprendiendo una lección.

 

Escribí hace ya,
un poema de verso blanco
como las nieves,
creyendo iba a recibir,
los aplausos, y los laureles;
el poema aún está,
y leído es un pedir,
nadie ha osado contestar,
y de halagos, qué decir...

Ahí les va:


LA NADA


La prisa que atrae,
con pasos de luto
hacia oscuras tinieblas,
a un blanco albino
lo acusa y señala.

Por ser con su brillo
diana tan fácil,
deja a lo negro
el trabajo efectivo
en los cautos de pasos,
que computan los iris
en pupilas de fuego apagado.

Cristaliza el líquido
en el blanco demoníaco;
y al romperse el hígado,
del alcohol eterno
nacen en luz tenebrosa,
tabernáculos místicos
de nigromantes viejos,
que delatan el crepúsculo,
paralelo orbitante de estelas,
en siniestros puzles
de sueños marinos.

Nace un día de nube gris
bajo un sepulcro maldito,
que viola vírgenes celosas,
de galaxias celulares
y vacíos sempiternos.

 

Si bien me sedujo la rima
Igual me rimó la libertad
Como quien conquista tierras ajenas
Como quien conquista inteligencias enteras
No hay bien, no hay mal
no existe lo regular
Si bien te gusta, si bien nos gusta
Si entonces me gusta a mi nada más
El mejor verso es el que siempre quisiste escribir
y otro se te vino a adelantar
Bello!
Todo es bello
Y si bien mi poesía te pone un freno en lo bello
pues nada de bello tuvieron mis versos....

Oigale a mi trova campesina
Que las campesinas sencillas
igual son de lindas que las reinas Barroquinas
Y si bien esa no es una palabra que existe
Pues yo la acabo de inventar
Esto es lo mio
En estos mares yo he de nadar...

 

Hollando las aspas
caminos de viento,
sus ruedas girando
las piedras moliendo.
En otro las palas
y el agua fluyendo
el mismo trabajo
con el grano haciendo.

 

Soy trovador que abreva en los viejos estilos,
donde el ritmo y la rima son partes de sus fuentes,
con acordes que causan efectos excelentes
y encuentran en el alma recónditos asilos.

Porque están desprovistos de puntillosos filos
que puyan intelectos y aguijonan las mentes,
para hallar en las formas las esencias latentes...;
éstos, llevan en versos aforismos tranquilos.

Me gusta la elegancia y el discurrir discreto
que se encuentra en las formas aladas del soneto
al que Lópe de Vega describiera elocuente.

Navego en la metáfora y vago en la quimera;
con el tropo transformo el invierno en primavera
para que broten flores por todo el continente.

 

Vengo para hacer un desastre,
o más bien un vestido siendo sastre,
pues el que tenía tú lo borraste;
atrevido lo negaste
y me puse al estilo de rastre
que es la moda famosa
de la banda del empastre.

Jajajaja

 

Aquel moreno era "cayo"
y la morena era "pale",
se levantaban el sayo
y los dos, ¡ Dale que dale!

 

No somos nadie
decía el buen sabio;
yo temo madre
al padre corsario,
y al can que ladre
siendo notario,
en lunas que hable
su abecedario.

 

De sencillez es el flujo
que por mi casa discurre,
por eso no se me ocurre
mezclar sencillez con lujo.
De pobreza fue el influjo
que recibí en mi niñez,
de lo bueno la escasez
en mi mesa casi a diario
y eso es hoy extraordinario
en mi vasta pequeñez.

 

Por los ases que gané,
tú mis ases requisaste,
recaudando para el bien
común de todos que no gaste.

Aprendí la comunión
del sacrificio que doblaste,
en tu mala usurpación
que al comulgar no comulgaste.

 

Y fue tan pobre la dosis
que ni sueño se notó,
sólo un hueso se quebró
con gran dolor en el coxis.

Y fue un golpe fortuito
que le causó gran dolor.
Fue de beber por su amor
que se cayó de culito.

 

El gran orador
es maestro de lengua
que hiere de amor
o envenena la hierba.

Por eso soy el nauta
con nave de tierra,
si del mar emergió
su muro de piedra.

 

Tendencia tengo por rima,
ritmo en mis versos procuro,
pero no estoy muy seguro
de conquistar esa cima.

 

Quisiera construir catedrales a versos,
pero apenas
puedo sostener el techo que cobija
mis pobres poemas,
el afán de lo pequeño.

 

Cuando la aurora anochece
y en el ocaso es carroña,
ser un árbol merece
si es laurel que retoña.

La hoja seca no crece
y cae a los pies como roña;
polvo será aunque rece
la humana estirpe por doña.

 

El mísero palabra ofrece
y el pudiente se enroña,
uno de todo carece
y el otro compra ponzoña.
República bananera
con tales yernos le espera.