La insignificancia

Gracias, Dragón, por tu lectura y por expresar tu opinión acerca de este apasionante tema -que siempre quedará en grado de tentativa- que es el de intentar verbalizar de qué prodigioso estado nace la obra del espíritu.

Saludos.

 

Aprovecho para agradecer a todos el intercambio que ha suscitado este puñado de versos. ¡Muy estimulante!
Los poemas se constituyen con palabras. Y lo realmente sorprendente es que de la evidente torpeza del humano con la palabra sea posible la creación de los grandes poemas. Diría que en estos casos -el de los grandes poemas- la palabra inspirada proviene más de un éxtasis, de un fuera de, de la palabra de un dios, tal y como expresaba en uno de sus lúcidos comentarios el amigo Charlie:

muchas veces ésto sale de la propia experiencia irreflexa de la carne, producto de las mil y una veces que habremos intentado asaltar el cielo.

Lo dicho, ¡muchas gracias, compañeros!