la mano de otra amante

tú decidiste irte
y dejarme en la esquina norte
del gran abismo
que había en ese mismo
pero no único instante
yo trate y trate de no caer
pero al final mis manos dejaron de sostener
el peso de mi cuerpo
dejándome volar en ese oscuro abismo
en donde me recogió otra mano
en donde me acaricio otra mano
secándome las lagrimas
y cubriéndome las heridas
esta es la historia que pase
y es por esta misma que a ti
doy gracias, porque ahí a prendí
a levantarme y a encontrar
la mano de otra amante.​

 

Siempre están otras almas que llegan a socorrernos cuando creemos que todo está perdido. Esta hermoso.

 

genial poema nada comparado con el mio ja pasate y velo y de pasda lo comentas

 

De la mayor angustia puede surgir un consuelo, fuerte y sentido tu poema. Un besito​