La Mirada

LA MIRADA


Guitarrazo entre los dedos, voy cayéndome en picada,
notas malas del cerebro en el sonido se disipan,
la cabeza va por debajo y en vilo, una mirada,
es la oscura y bella dama a la que todos la critican.

Se parte el cuerpo del instrumento fuertemente contra el suelo,
codo al piso, mente en blanco, una ceguera intermitente,
mojando mi ropa por la mugre de este piso, moverme no puedo,
y las cartas que el destino va escribiendo van teniendo remitente.

Con las cuerdas ya cortadas me ato un brazo con los dientes,
aguijones turbios, lentos, me llevan, me tiran, me duermen,
la mente se desespera más nerviosa que puta sin clientes,
más de sobra que una funeraria en donde los del pueblo no mueren.

Vendo el alma en el camino desde estar parado hasta caer al piso,
mete un trueno el del cielo reclamándomela porque era prestada,
eso no es problema mío, si es que hay huevos habla con el de abajo,
no creo en la bendición del espíritu, ahora soy un ente desalmada.

Adormilado en la tierra no hay lugar para los sueños,
no hay lugar para ese fracaso rotundo,
que es la idea de que el de abajo o arriba son tus dueños,
no creo en esa historia de creación del mundo.

Un -hola- charlado con un vozarrón que nose de donde viene,
entre todas las caras que cruzan me persigue esa mirada,
la que tuvieron milicos, y que hoy en día ya muchos la tienen,
hasta ese maldito pendejo que jugaba una estupida picada.

Es el alma guardiana de todos los que andan por aquí,
es la única persona que recurre a diario a jugar en la vida,
traficando un descarte de poder safarla de vez en cuando,
se metió hasta en el sexo la maldita, inventándome el sida.

Una mirada perdida, un karma, un destino, o la voluntad del barba,
son las putas miserias que el hombre inventa para justificar,
creo que todo lo hecho habría que medirlo y saber cuanto carga nuestra espalda,
ya que no somos nada en el tiempo, y nada en la nada en su encuentro.

Frívolas persecuciones acompañadas de esa extraña mirada,
ojos tristes, a veces enojada, a veces con ganas de llevarse lo que sea,
hoy en día muchos de su culto le van ahorrando carga horaria,
y esa muerte pendenciera en muchos pares se manifiesta.

Algunos terminan solos, otros cargan con otros y también se van,
otros te torturan antes de llevarte a esa eterna internación de hospital,
cada vez más pequeña es su gula, lleva presas chicas, carne pura,
es esa muerte maldita que viene y nos promete un eterno bacanal.

Pero el efecto termina siempre y las cuerdas nuevamente se cortan,
las ideas florecen y las ventas de alma no surgieron,
la pared se me agranda, el cuerpo va parándose, los brazos me brotan,
pero sólo fue un recuerdo de todos los que ya se murieron.

Y con pena y sin gloria algún día camino, en vano, por la plaza,
si bien no debería enfrentarme a esta realidad siempre drogado,
es la única manera de negar en que existe la mierda hasta en mi casa,
y es verdad que el articulo que habla sobre vivir, ya se encuentra derogado.

Es al pedo estar tranquilo, también vivir sacado,
hoy en día esta mirada se encuentra en todos lados,
esta esperando el cuerpo, esperando la caída, poder profanarlo,
poder llevarte a ese sótano o balcón y mantenerte congelado.

Esta en la escuela, hospitales, iglesias, adentro, afuera, da igual,
pero recuerdo ese día en especial en que vi su mirada fijada en la mía,
comenzando los vicios, el descuido, el amor por el cuerpo tribal,
y fue una fuerte mirada al espejo diciéndome –vos terminaras tu vida-…