La misma piedra.

No debería ser tan duro
caer de nuevo en la arena.
Si de la misma roca
venimos los dos
a cumplir la condena.

Cuando éras montaña,
altiva, al cielo desafiábas.
¡Quién habría de moverte
de la sólida base
que tu mole disfrutaba!.

Yo era como tu,
inflexible, lleno de orgullo.
Creía que todos mis dones
los recibía de Dios
por ser frío y duro.

El rayo nos golpeó
antes de sentir al trueno.
Tu te hiciste polvo,
mi grandeza, temor,
y juntos volvimos al suelo.

 

Ah, el orgullo humano
nos eleva en un momento de fantasía
y la ley de la vida
nos suelta sin cordeles
sin poder sujetarnos a nada
y el dolor de la caída
nos ubica en el sitio
como los imperfectos que somos.

Gracias por tu poesía.
Cordial saludo.

 

Nuestra imperfección es el precio que valoriza el aprendizaje. Grácias por leerme.
Un abrazo.
Luis.

 

Maravilloso poema mi querido Luis! ya tenia tiempo sin venir a tu portal de hecho casi no he podido entrar a MP pero me vengo a encontrar con tu exquisieta poesia que me encanta!!!! Un enorme abrazo desde Mexico!!!

 

La vida de a poco nos va enseñando lo valioso es ser capaces de valorar todo ello. Un placer leerte Luis, un abrazo!

 

El orgullo de la piedra convertido en polvo, así hace la vida con nosotros, aunque creo que cada mota de polvo es en si una piedra aunque más humilde. Buena es la humildad pues es más acorde con la realidad, ademas nos aleja de la vanidad.
Bello poema Luis Elissamburu. Saludos.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX a tu buena pluma.

 

Todos andamos con problemas en el portal, la ciencia nos pelea feo. Grácias por leerme.
Un abrazo para ti.
Luis.

 

Es la escuelita eterna, tan sutíl y generosa a veces y otras tantas no tanto.
Lindo que te guste leerme.
Un abrazo.
Luis.

 

Es tal cual como tú díces. En los principios esta la clave del desarrollo y el final. Lo que hacemos, y lo que no hacemos, es el futuro de la historia. Esas cosas que nos marcan y que apreciamos por alguna secreta razón, vienen en nuestro auxilio una y otra vez.
No merezco tus elogios, pero los agradezco infinitamente.
Saludos para ti.
Luis.