La Nieve en Primavera

La Nieve en Primavera







Y ver caer la nevada
sin que llegue a afectarme
su grado extremo de blancura,

a pesar de ésas oscuras sombras
las que cubren con su espeso manto
toda la satisfacción terrena...

y si es expedido mi aliento
por el viento,
tampoco infalible lo entendía
si entrara en vigor hoy su decreto
aun así,
necesito saber cómo iré a salir de aquí

para que estando afuera
y fijándome en tus caminos
pueda yo con amor frío
esperar pacientemente
la muerte de mi hastío
y la gris teoría,

festiva alegre juventud
que engalana sus escarnios.


Escrutar convenio
la Ciencia en ésta tierra
viene a fabricarnos vasos nuevos.


Siento en mi una gran fuerza
la de un fundador; el cazador
que no se detendrá ante nada
pues a mamá debe su confianza.


Nisrod dice;
"Son irreversibles las palabras
carentes de sentido o dirección
cuando no se acompañan de silencio
y una pronta y meditada orientación."


Un paso más aunque el carbón-madera
resbale de mi mano y me despida.



Hermores,
por ti entierro muertos
y levanto santos. Por ti
convierto el pan en oro sólido
y cambio a santa albura lo que toco.

Por ti casi tropiezo a mitad del invierno
en el que decidí irme para guarecerme
y a gusto estar siempre a tu lado.


¡Que una amena charla hiciera
saborear,
los alimentos juntos en la cena!

y la nieve en primavera.

 

Un poema ajedrecístico, y por ello, italiano.
Italia es Gozo ajedrecístico.
Cataluña, Gozo tecnológico.
Pero bueno, que sé que me vas a responder que estoy perturbado.


Y yo diré: El que lo dice, lo es. Porque como juzgues, serás juzgado.


¿ Verdad ?
Vale...
Entonces, este poema supera mis expectativas.
Es muy brillante y... ¿ Adoro a su autor ? Como si fuera...


¿ Jehová ? ¿ En persona ? No sé... No me fío. Las apariencias, muchas veces, engañan.