La petulancia (Soneto)

No es el fuego sensual lo que me trama,
ni la rara sonrisa pretenciosa,
en la mujer sencilla y decorosa,
el honor se percibe en su luz flama

Debajo de la cima presuntuosa,
el viento saturó la fuerte llama,
apagó vanidad que siempre inflama,
virtud dejó a la esencia pudorosa

Tesoro es, la mujer que así la abraza,
con su exquisito aroma en su fragancia,
con humildad amor y buen sentido.

Grande será, nobleza que desplaza,
de forma vertical la petulancia,
cuando necia, ya nada es... ¡Y no ha sido!

Tato Ospina
DRA
Colombia​

 

La humildad siempre ha sido un valor algo incomprendido. Bello soneto como siempre amigo Tato. Un abrazo. Paco.