La plenitud de las diosas

Surcaban mares de incienso en un invierno frío y gris
La piel color melocotón sabía a chocolate y frambuesa
Iba tejiendo el embudo de crespón negro
Pero saltaban chispas para embotar tomate que cuadrase la compostura
Aquella chihuahua hacia el cementerio paraba para dar tiempo al tiempo
Entonando el deseo se hacía cenizas pero la culminación seguía a toda prisa
El carraspear solitario escribia su empeño pero a contrapeso de lo funesto
El saber el final no quitaba sino aumentaba el placer hasta los minutos muertos
El placer del gozo había cambiado el sendero , igual daba porque de lo suyo dominaba el sereno
Acaudalados antojos la niña soñaba pero ya no era princesa sino la reina en el trono la que setenciaba la respuesta
Manjares , joyas , perfume de las mil y una noche recibía a sus pues de jeques árabes que tuvieron que aprender a respetar a una mujer
que no podían comprar con papel
Inimaginable escena la cuadratura de las estrellas a su merced las daba cuerda
La historia sacia y plena remozaba la faena .


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01/06/2019


Dikia