La siesta

A esta hora de calor y resplandores,
silenciosa, en la cual ya nadie alterca,
una avispa insistentemente terca
merodea por los alrededores.

Delicados se esparcen los olores,
la curva de un cristal todo lo acerca
y refleja en el agua de la alberca
la luz sobre los peces de colores.

Con sus vuelos insólitos, rasantes,
y zumbidos de tonos incesantes,
libérrimos, vagando a su albedrío,

al pasar acompañan los insectos
en los siempre tranquilos y dilectos
momentos de la siesta en el estío.​

 

Espectacular.
Digno de un Palacio nazarí.
Bueno...
¿ Nazarí, qué es eso ?
Oh, no importa...

 

Ahí quisiera estar, en uno de esos palacios escuchando el rumor de las acequias. Gracias por comentar.
Saludos cordiales.
Salvador.

 

Encantadores versos que me han trasladado a esa escena de campo y una siesta en el patio de la casa...jeje...me ha gustado mucho querido amigo...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Mil gracias, estimada Nancy, por la lectura y el comentario amables. Celebro que estas letras hayan resultado ser de tu agrado.
Con un fraterno abrazo.
Salvador.

 

en breve estaré padeciendo ese inmenso placer en un pueblo abandonado de la provincia de Teruel, donde a la hora de la siesta seguimos los mismos que habitamos, las moscas, mis perros de caza, un amigo y yo.
Me encantó SSalva
abrazo

 

Pues, querido Pepe, te deseo que las disfrutes, todas y cada una, y que, en ningún modo, se vean alteradas, aunque según me cuentas el estado de esa localidad ayudará. Mil gracias por pasar y comentar.
Un abrazo, amigo mío.
Salva.

 

Efectivamente, el pueblo es lo mejor, lo que más ayuda, no vive nadie hasta el mes de agosto que nos juntamos unos 15/18 habitantes, mientras tanto absolutamente disfrutando de la Soledad, el paisaje, la caza, la comida, la lectura etc,...la carretera de acceso (por llamarla de alguna manera) acaba en el pueblo, no hay cobertura, tenemos una cabina telefónica, no hay internet...y con suerte alguna tormenta nos deja de vez en cuando sin Tv. Yo me iré sobre el 20 de julio
¡Salud!
un abrazo

 

Compruebo que sabes disfrutar de nuestra geografía por la selección de tus destinos. Lo dicho, a disfrutarlo, estaremos antes de tu partida en contacto.
Otro abrazo fuerte.

 

Un buen paseo por las imágenes va produciendo la lectura, para llegar a las siesta en verano
con cada particularidad de la zona. Un placer estar en tus letras. Un saludo cordial.

 

El placer será siempre mío de recibirte. Celebro que hayan resultado ser de tu agrado estas letras. Muchas gracias por este amable comentario.
Afetuosamente un saludo muy cordial.
Salvador.

 

Una hora calma donde los avatares de un pequeño insecto causan asombro. Saludos cordiales, Salvador.

 

Mejor no se puede expresar, estimado Sergio, "el asombro por un pequeño insecto". Mil gracias por este amable comentario.
Con todo afecto, un saludo muy cordial.
Salvador.