Lanzarse a la mañana

Lanzarse a la mañana

Si viene la mañana
oscura del ciprés verde y cortado,
con cantos de la tórtola de siempre,
con ruido de la casa al levantarse…,
y todo está en su sitio
incluso los recuerdos de los sueños,
incluso los cansancios no vencidos,
incluso algún reproche de tus labios…

Si todo permanece,
la fuente con los peces de colores,
el seto de arrayanes olorosos,
las flores incipientes de la pérgola,
y el sol en el oriente
comienza suavemente a calentarnos
y aleja alguna sombra aún dormida,
oliendo al césped fresco humedecido,
pudiendo yo escribir
fumando un cigarrillo que me sabe
a aquellos que fumaba con mi abuelo
cuando él me visitaba solamente
con ganas de aliviarse
de estar en soledad mientras silbaba
aquella melodía irrepetible
que a todos nos ponía de los nervios…

Si tiene la mañana y sus conjuntos
todos los ingredientes necesarios,
me lanzo hacia sus luces
tranquilo con mi carga,
tranquilo con mi angustia,
después de darte un beso,
el beso que me vuelve hacia la vida.

 

Que bonito Lesmo, amanecer rodeado de todo lo que amamos y nos ama es la aurora mas hermosa que la vida nos pueda ofrecer.
Gusto pasar por acá, suspirar con ese aroma a hogar y decididamente seguir amando mis mañanas.
Un abrazo hasta tu estancia.

 

Mil y mil gracias querida Mireya, por estas consideraciones tuyas. Me alegro enormemente haber transmitido ese optimismo, gran regalo ese para mí
Un gran abrazo pleno de afectos.
Salvador.

 

Un poema monumental.
O sea, como diría Sherlock Holmes: Elemental, querido Watson.
Pero más inmenso. Más rotundo.

 

Pues muchas gracias por la visita.
Saludos cordiales.

 

Me gusta este poema mucho. Es claro, y dentro de la claridad, profundo, nada vulgar. Muy bien.

 

Magistral obra. Bellísimo.

 

Muchísimas gracias, querido Luis, por tus consideraciones. Celebro haya sido de tu agrado.
Un gran abrazo con cariño, con mis muchos afectos.
Salva.

 

Muchísimas gracias, estimada Guadalupe, celebro haya sido de su agrado.
Afectuosamente, un saludo muy cordial.
Salvador.

 

Un poema muy sobrio y natural, grato leerte