Las aventuras de Princesa.

Es Princesa una perrita negra, mestiza, de algo mas de diez meses, tamaño mediano, muy dulce e inquieta.
Vive en una casa cercana y por esas cosas de Dios, se suma cada día a la bulliciosa manada de siete perros que viven conmigo. La jauría y yo, ya nos habíamos olvidado lo que era tener un cachorro hasta que llegó Princesa. No quedó ropa en el tendedero ni plantas en las macetas sin las inefables huellas de su paso estrenando dientes y uñas. Las butacas del viejo jeep se agujerearon de impoviso, en el amparo de la larga y silenciosa noche, diversos calzados olvidados bajo el sol, desaparecieron de sus parejas. Sogas, cables y mangueras cambiaron de longitud, forma y consistencia dentro de su poderozas fauces. La mas linda de las muñecas (de afamada marca) propiedad de la hija de un amigo, quedó en dos mitades antes de perderse para siempre en hierba sin cortar. Finalmente un auto a gran velocidad fisuró su cadera hace una semana. Ahora todos somos enfermeros y rezamos para que vuelva a romper cosas.