Lecabel y Xuacu/febrero2007

BIOGRAFÍA DE LECABEL​

Por ella misma.


"Una Biografía me manda hacer Julia, aunque seguramente sería mucho más fácil que Violante me mandara hacer un soneto, en fin, veamos:

Esta soy yo: una centaura que se consuela echando toda la culpa de su dualidad y controvertida personalidad a las imposiciones de la astrología (eso está bueno para no hacerse cargo de una y sus consecuencias, jaja) llamada Viviana, por deseo de mi abuelo Max, italiano transplantado a Uruguay y luego a Argentina, mi bella patria.

Don Max resultó amante de las leyendas de Avalon, admirador de Arturo, Merlín y toda esa banda de romanos extrapolados a la fría y húmeda Albión, imaginarán que mi nombre es un homenaje a la Dama del Lago (no me quejo, hubiese sido peor que Don Max fuese fanático de A. Christie, por ejemplo).
Aunque lejos de parecerme a la bella guardiana de Excalibur (estoy mas cercana a un gnomo, en realidad), siempre estuve muy ligada a la magia de ese nombre y me abracé desde la cuna a la fantasía creativa.
Crecí rodeada de afecto en una familia de clase media acomodada que luchó para que recibiese, además de una educación formal, una intensa instrucción no formal que pretendía no dejar fuera de mi alcance nada que tuviese que ver con la cultura general, la literatura, las bellas artes, el protocolo, los buenos modales y la cultura doméstica.
Tengo una maestría universitaria en “CASIS”: soy CASI Abogado, CASI Psicólogo y CASI Trabajadora Social, por pocas, muy poquitas materias (como verán, las palabras aburrimiento e inconstancia también son parte de mí, jaja ) y me desempeño como Jefa de Estadísticas de Salud y Epidemiología en un hospital pequeño de mi ciudad (lo que obviamente no tiene que ver con nada de lo que estudié, pero me agrada y lleva el pan a la mesa).

Creo que fui una cría por demás inocente hasta que supe lo que significaba un “Gobierno de Facto”, el que me privó de buena parte de la frescura de la adolescencia y me dio a cambio el dolor del no saber dónde o cómo perdieron la vida los compañeros y amigos y el no tener explicaciones de nadie, hasta acabar perdiendo la fe en la justicia terrena, en la divina y en el mismo dios, a pesar de la férrea educación católica recibida por años, sin embargo, soy de esas que no pueden desprenderse totalmente del optimismo y la fe en el hombre o en un mundo que puede ser mejor, aunque por lo demás, soy y me reafirmo al paso de los años como agnóstica.

Hoy comparto los días con mis hijos: Gabriel, mi niño Sol y Leila, mi niña Luna, las mitades exactas de un paraíso y una fe que nunca perderé; también con mi nieta Milena (amor, puro amor),mi madre (estrella guía) un hermano adolescente (mi gran debilidad) y Lestat, una cachorra de Roth Weiller que vino a casa a esperar a su papá Alex, un demonio con corazón del ángel, poeta, músico talentoso y muy apuesto del que estoy perdidamente enamorada.

Tengo muchos buenos amigos, en mi ciudad, en el mundo, en la red, dos muy especiales que son el color de mi sangre y supongo, también, parte de una historia de siglos y vidas pasadas, Hallie, mi hermana preciosa, y Vonduben, el Príncipe de los Ruiseñores, insustituibles en mi alma y dadores incansables de cariño y belleza.
Soy feliz, a pesar de una cierta melancolía, o veta oscura… no sé, que es parte de mí y no domino yo… en fin, no hay más que eso (por suerte para no continuar aburriéndolos).

Lecabel…Humm… bueno, ella, como Lilithomega, Ligeia, Ella_Lecabel y Viví Massares, no son más que yo misma en diferentes barcas de papel, navegando por el ancho mar de la Internet, jugando a ser poeta en muchos foros y en mis dos blogs. En realidad no soy poeta, sólo que no puedo vivir sin escribir, lo que si soy es una escultora que ama profundamente sus piedras y apuesta a tener un nombre algún día entre los picapedreros que la historia no deja de nombrar (lo dicho: lo que mejor hago es soñar).
Mi casa es esta, Mundopoesía, llegué hace casi dos años, me alejé unos meses y volví para quedarme. Me considero de la familia ya, así me hacen sentir todos aquí, aunque no olvido mi primer hogar cibernético, Grupo Búho, al que regreso a visitar a los profundos afectos que aún tengo ahí.
Tengo en MP, mi pequeño Olimpo privado en el que por ahora viven diez Dioses Poetas (siempre hay lugar para alguno más), de los que me nutro a diario y de los que deseo contagiarme la magia y dos Dioses Poetas fuera de aquí: Juanmi Jerónimo y A. G. Vargas, otros dos insustituibles en la admiración y el afecto eterno.

Lecabel

 

BIOGRAFÍA DE XUACU
Por él mismo.





Aquí va un pequeño retrato de este aprendiz de la vida. Mi nombre es Juan José y nací en Madrid (España), un 6 de marzo. Desde un principio me empezó a probar la vida, estaban esperando que me muriera, por culpa de los oídos y el medico le dijo a mi madre que me tomara en brazos por última vez y sin saber cómo, me devolvió a la vida. Más tarde por un error médico, se agudizó una hepatitis que me tuvo en cama mucho tiempo, tendría 6 o 7 años. Otra vez cerca anduve y así fui creciendo y así fue mi vida un entrar y salir de la muerte. Un niño solitario, débil y siendo el cuatro ojos y el rarito del colé, mofa y burla. Hasta que me canse y empecé a luchar por ser el más fuerte, hasta que la vida me dio su primera lección. Siempre hay alguien igual o más fuerte y éste me dio de bofetadas hasta detrás de los pliegues de las orejas. Aprendí la lección.

Estudie en un colegio de curas, donde aprendí todas las miserias, vergüenzas y grandezas de las personas. Régimen severo a base de represión, golpes y miedo. Pero salí adelante. Allí me enfade con el profe de literatura y me tiré haciéndole los exámenes en verso. Sólo me ponía un 5. Qué bueno, dichoso Prof. y qué mal estudiante fui. Estudié comercio, Perito Mercantil que no terminé, por culpa de unos ojos azules y menudo cuerpo (lo demás para el currículo).

Descubrí la poesía gracias a un amigo y empecé a leer a Neruda y León Felipe. Cayó en mis manos la publicación “Cuadernos para el Diálogo”, tenia 12 años. Pero por una casualidad descubrí en mi casa lo más grande para mí, que me marcó toda mi vida: “Las Mil Mejores Poesías de la Lengua Castellana”. Mi imaginación voló por encima de las nubes y mi hambre de saber se agudizaba todos los días. Empecé a escribir de todo, poesía, cuento, novela, prosa, narración, canciones, libretos, etc. Me gane uno de mis primeros dineros, escribiendo cartas de amor a la gente, ya no me acuerdo cuanto cobraba.

Doy gracias de haber conocido tanto, de disfrutar de la columna del Templo de Artemisa, de los colores del TAJ MAHAL, de la sombra de la Pirámide de Keops, del sitio donde se supone estaba El Faro de Alejandría. Me entusiasma la historia. Gracias a los filósofos clásicos y modernos. Gracias a esos maravillosos poetas españoles de todos los tiempos. A Pablo a León, a todos ellos. A esos poetas franceses increíbles y a esos grandes escritores europeos y del mundo, de todas las épocas. A tanta gente que me deslumbra con sus letras. Tengo tanto que agradecer y tan poquísimo que me agradezcan.

Aspiro a seguir aprendiendo cada día más, porque sé tan poco y hay tantísimo. Y deseo y lucho porque se cumpla el ser un Calixto y un Romeo. Morir en verso por el veneno del amor y resucitar por los rezos de doña Inés. Y si es posible, también, que vaya a dar un paseo con Francisco Vargas Heredia y que me deje llevar su vara. Y que reviente este corazón de enamorado, alguno de los cien cañones por banda.

AB IMO PECTORE (CON TODO MI CORAZÓN).

XUACU