Liras ligadas logran labrar los lúcidos locos

Que por una kermés
con el destino en juego, en ti recalo
con un beso francés,
con labios de regalo,
tanta gente sin rostro, en uno umbralo.​

 

Un poco alicaído
me fui del pueblo que me vio nacer.
El barrio ha sucumbido
sin poder detener
el progreso y su avance de temer.​

 

Me dijo, “¡qué manera
de usar trajes de baños tan sensuales,
lejos de la cadera!
Tus mondongos bestiales
son como un cementerio de tamales.”​

 

Me encantan los tamales
los de mejor sabor, oaxaqueños,
son de sabores tales
mejor que los porteños,
y van con *champurrado los sureños.
​

*El champurrado es una preparación mexicana típica del atole, elaborada a base de masa de maíz machacado, chocolate oscuro y agua con canela, hervidos hasta espesar. Por lo general se sirve acompañando otro plato típico de México, los tamales.

 

Si hablamos de sureños
mencionamos asado y empanadas,
más los locros norteños,
tamales, carbonadas…
¡De chico si me habré dado panzadas!​

 

Las canciones hermosas
activan la memoria y melodías
del interior, copiosas
y ricas galerías
de la profundidad de nuestros días.​

 

Han sido memorables
los divertimentos de alguna rima.
Los chistes son probables
que nos vengan encima
en un momento en que lo serio prima.

 

Va cayendo la rima
al rodeo y baraja aquel que sigue.
Le cae el toro encima,
si enlazarlo consigue
la cadena de versos lo persigue.​

 

En la vieja tarima
comenzó su concierto, tembloroso.
Ya lejos de su cima,
el violinista añoso
y triste no produjo algo morboso.​

 

Siempre he sido goloso;
por chocolates, bollos y otras tortas
no solo vivo ansioso
que, si tu no me cortas,
¿qué será sin remisión de mis aortas?

 

Él es un zampatortas.
Está gordo y muy lento el defensor.
En las pelotas cortas
me parece un tractor
que nunca llega, malo el jugador.
​

Me voy a ver fútbol ahora.

​

 

Al menos empatar
le hubiera sido bueno al anfitrión.
Ocurre que Catar
no consigue un montón
de craques para la competición.​

“Craques” es “cracks” en portugués. La chanza es que los cataríes tienen un portugués naturalizado catarí entre sus filas.

 

En la competición
del fútbol, estarán todos atentos.
El TRI* alcanzó función
y aun cuando sean lentos
todos los alentamos tan contentos.​

*TRI: Así le llaman a la selección mexicana de futbol porque usan en su uniforme los tres colores de la bandera, verde, blanco y rojo.

 

Desagradecimientos
a diario supe soportar de ti.
Descorazonamientos
se enquistaron en mi
y luego por la desazón me fui.​

 

Sin otra opción partí
hacia la calle llena de zozobra,
en la bruma me fui
cargando con la sobra,
retiro donde el alma se recobra.​

 

Aquí rima no sobra
y sin embargo me le animo igual.
Me enrosco como cobra,
pecaré de animal
pero de todos modos sale mal.​

 

No me gustan las huchas,
no pagan interés por tus dineros
ajenas a las luchas
de los listos banqueros
que buscan tus recursos financieros.

 

Escucho los jilgueros
cantando en los árboles del parque
y dicen los barqueros
que cuando un euro aparque
puedo subirme dentro del embarque.​

 

Quizás es que no abarque
la amplitud de tu amor con mis despojos.
Tal vez eso me marque
y cause tus enojos.
En esta relación solo hallo abrojos.​

 

La presión de los abrojos
se siente con el ritmo de la vida.
Nos pesan más los ojos,
y se abre más la herida
cuando pesa más, viene la partida.​

 

Palabra divertida:
son “óptica ilusión” los “trampantojos”.
Miren cómo fue unida:
es “trampa ante los ojos”
su origen de lingüísticos antojos.​

 

Nunca cerrar los ojos
sirvió de solución a los problemas
descorrer los cerrojos
activará sistemas.
Evita la desidia en esos temas

 

Tú rindes las porfías
de aquel que se mantiene firme en pie
sobre imaginarías,
y la verdad se fue,
que tú has tocado fondo te diré.​