Liras ligadas logran labrar los lúcidos locos

Quiero reír tus risas
pero jamás lloraré con tu llanto
en la vida precisas
disfrutar de su encanto
pues ella multiplica dicha y quebranto

 

Era en el camposanto
donde tomaba forma un sueño loco.
Bien distante, era un canto
cuyo maligno foco
era acabar conmigo poco a poco.​

 

Solo a tu amor invoco
porque tú me has colmado de sorpresa.
A veces me sofoco,
el ansia me hace presa.
Pues de esta relación no saldré ilesa.​

 

En el hondo fragor
de la batalla, el adalid murió
como muere el amor
a donde uno nació:
cuando el telón vital al fin cayó.​

 

Dicen que sea yo
el que ponga a este gato el cascabel
que dar de pecho el do
no implica ser Abel,
temiendo en cada instante por tu piel.

 

No es lo mismo la hiel,
no es lo mismo buscar la cruel venganza
parecida a la miel,
no es lo mismo la ultranza,
nada más que una triste y fina tanza.​

 

Si me chifla la panza
no es por hambre, es tu guiso de legumbres.
Me trajo la garbanza
sonoras pesadumbres
de un alud proveniente de altas cumbres.​

 

Hay pocas variaciones
en tu pieza, que crees musical.
Vuelca tus emociones,
que salga bien o mal
no es un escollo, ni es fundamental.​

 

Ambiente musical
en medio de penumbra perfumada
viene y canta el zorzal
antes de madrugada.
Me encuentra sin soñar y desvelada.​

 

Compatibilizada
con mis caprichos dices que pervives
y gritas, desahuciada,
sin que te automotives,
que sufres de la vida sus declives.​

 

A algunos detectives
su trabajo les pesa y les acucia,
otros son muy proclives
a, con probada astucia,
descubrir los misterios en que vives.

 

“¡No charlas con jedives!”,
me gritaste y llamabas “faraónico”.
¡Cómo es que te desvives
empleando algo irónico
y al final, como yo, eres tan sardónico!​

 

Ayer estaba afónico,
no podía soltar ninguna idea
y, tras tomar un tónico
o lo que diablos sea,
fue imposible parar mi verborrea.

 

Para que no me vea
me oculto tras un árbol del traspatio
me ha dado la diarrea
de diez por día el ratio
un múltiple asesino está en mi patio.

 

Le cuento: el kilovatio
son mil vatios, y el voltio es otra cosa.
Pero digo: en el patio
de la rima fermosa,
¿no juega alguna rima más preciosa?
​

En realidad, “-atio” no es fea. Es más difícil que ponerle una enema a un muñequito.

 

Si, pero yo sabía que tú podías… jaja

 

Una rima preciosa
se mantiene de pie ante el dolor
y derrama furiosa
con todo su esplendor
en la fuerza, en el trino del candor.​

 

El pájaro cantor
que, a sus anchas estaba en el jardín,
vio un sucio roedor
junto al blanco jazmín:
escuchaba los trinos del piolín.

 

Odio el emoticón
de la carita verde que sonríe.
¿Es verde la pasión?
¿Es verde el que se ríe?
No es que de este portal yo no me fíe.​

 

Espero no me líe
escribiendo esta lira pegajosa
será mejor desvíe
mi atención a otra cosa
caminar con cuidado y saltar fosa.​

 

Dicen que así es la cosa
y si es cierto que está escrito el destino
es él quien me destroza
y no mi desatino.
Si sale mal, yo no soy quien lo arruino.

 

Me tuercen el camino,
pero yo quiero andar bien derechito.
Me tientan con un vino
y pienso si marchito
si me dedico a ser solo un viejito.​

 

Tatín y su hermanito
gozan que al viento el pelo se le engrife
solían tempranito
abordar el esquife
pequeños pescadores de arrecife.

 

Cardumen de arrecife,
el pescador espera de tus dones
y no es un matarife,
cuida de los planctones
de la supervivencia y las raciones.​

 

Esclarificaciones
requiere tu actitud beligerante.
Bien sabes que a montones,
y en asedio constante,
siempre me llega algún nuevo aspirante.​

 

Con atención constante
atendía a mi niño que crecía
iba siempre adelante
y con ansia corría
para dar rienda suelta a su alegría.​