Liras ligadas logran labrar los lúcidos locos

Nuestro amor es la fronda
que nos fue enmarañando este querer,
de mendigar desfonda
lo que no pudo ser,
ha quedado extraviado en el ayer.

 

No me hables del ayer
ni del tiempo sufrido junto a ti
eso sería volver
a recordarte, así
repetir el error que cometí

 

Decir que te perdí
no es igual a decir que has retornado
a la flor de alhelí,
al natural cuidado
estando al fin en paz con el pasado.​

 

En la tumba, enterrado
el mejor pétalo quedó, mi amor.
El cielo se ha apagado,
tan solo por rencor,
al saber que de ti vi lo mejor.​

 

Pienso que fue un error
insistir en seguir ese romance
tal vez fue por temor
a pasar por el trance,
mas trajo a nuestras vidas desbalance.​

 

Para que me esperance
hoy finges ser mejor de lo que eres
pero no está a mi alcance
al mejor de los seres
no podría ofrecerle lo que quieres.

 

En estos menesteres
del amor hemos dicho demasiado.
No tengo los enseres,
daré un paso al costado:
mi pobre corazón está apagado.​

 

Sentirse derrotado
puede ser el comienzo del fracaso
¿Qué puede haber pasado?
démonos un abrazo
volvamos a empezar, abramos paso.

 

Será que ya no hay caso
de seguir lastimándonos por nada
se derramó ya el vaso
la suerte estuvo echada
al decir que tu vida es desgraciada.​

 

La sed no fue saciada
reseca está su piel, desvanecida,
la voz resquebrajada
renuncia malherida
anuncia ya su suerte, anochecida.

 

Perdida la partida
toca recomponerse por si acaso
esa suerte manida
a nosotros su paso
decide dirigir en nuestro ocaso.

 

¿Es el más bello ocaso
fusionando tristeza y paradoja?,
la angustia del fracaso,
los besos que me antoja
y este manto rojizo de congoja.

 

Si dar vuelta la hoja
significa olvidarte de un plumazo,
leerla se me antoja,
solo por ser pelmazo,
si bien cada renglón será un mazazo.​

 

Es todo un regalazo
terminar el poema en esta rima,
lo acojo en mi regazo,
me olvido de la esgrima
de luchar por palabras y mi estima.

 

Carezco de la enzima
capaz de digerir tamaño cuento.
En esta casa, el clima
se arruina y ya reviento
de verte llegar tarde. ¡Qué tormento!​

 

Digo que es mi alimento,
sicólogo que siempre me da cita
que aleja mi tormento
que en mi la paz concita.
Sigue conmigo, quédate y recita.

 

Tu presencia concita
cosas indescriptibles de tan malas.
La sensación me invita
a soñarme con alas
e imaginarme huyendo de tus balas.​

 

Con el dedo señalas
ya crees conocerme suficiente
De actitudes malas
acusas mi presente
ni mi nombre conoces, casualmente.

 

Fue siempre penitente
fugaz y pertinente, con su centro
de esmeralda latente
lleva lo suyo adentro,
y de repente emerge del encuentro.

 

Me parece que se cortó el hilo, estimados.

 

Corregido. Gracias estimado Ermenegildo. No sé qué miré. Saludos cordiales

 

Penas que llevo dentro
rebalsan este pecho tan vetusto.
Es la piedra en su centro
causa del gesto adusto.
Además, junto a ti no estoy a gusto.​

 

Hoy he pasado un susto
se apareció en mi cuarto tu fantasma
me provocó un disgusto
el béisbol te entusiasma
lanzaste una pelota gris de plasma

 

Vuélvete cataplasma
sobre esta herida antigua, que supura
a ese viejo fantasma.
Por balsámica y pura,
podrás también crearle su sutura.​

 

Afirman que es usura
cobrar un interés según mercado.
En esta noche oscura
un préstamo es pecado
solo con penitencia amortizado.

 

Tal vez sea un pecado
pensar que alguna vez tu me quisiste
mas me encontré en el dado,
aquel que tú pusiste,
una nota de amor, ¿es que era un chiste?​

 

Si te autoconvenciste
que no valgo un doblón partido al medio,
mi esfuerzo ya no existe:
no me interesa el tedio
ni el error de buscarte con asedio.​

 

No tenemos remedio,
escribimos con rima y una métrica,
no nos quitan del medio,
y su idea ya es tétrica,
seguimos nuestra marcha geométrica.

 

La rima polimétrica
de la lira, sin dudas, me fascina.
Es, su gracia, asimétrica.
Y es, de letras, cocina
romántica que un numen imagina.​

 

¡Ermene! que no vale estética...como que no lo sabes ...
Un abrazo