Llenando mis días

He tenido muchos

días tristes en la vida,

he sufrido y llorado, en soledad,

he caminado al infinito

una y otra vez,

Y cuando al final he llegado

he vuelto a comenzar.

Repaso mis días, en ésta vida,

encuentro muchas alegrías.

Cuando recuerdo

las caricias de mi madre,

cuando reconozco el esfuerzo

a diario de mi padre.

Otras tantas, mis hijos amados.

Pero hay días vacíos,

No hablo del hijo

tampoco del padre

Hablo del hombre

y vienen a mí

Como dice la canción, Glory days.

Días de libertad, días felices.

Cuando todo era puro y los sueños

eran el motor de nuestras vidas,

y cuando a mi vienen esos días,

en ellos estás vos.

Despiertas mis sentidos,

si hasta percibo el aroma, si,

de aquellos días felices.

Tu cabello, tus bellos ojos verdes

aunque nunca les puse reparo,

como a tu sonrisa.

Recuerdo que alguien

Alguna vez dijo: el corazón

tiene que estar lleno, repleto,

para que sea amor,

puedo decir te ame, te amo,

porque no eres parte de mi corazón,

eres mi corazón

en cada una de sus partes.


© Marcelino Montaño 03/2017

 

Con palabras para nada rebuscadas y, con mucho sentimiento autobiogàfico; Marcelino Vìctor
nos conmueve con su delicioso poema. Que en verdad es un sonoro reconocimiento a la vida,
a la familia, a los hijos, a los padres; y sin dejar de lado a la mujer-compañera de toda la vida.

Muy logrado y transparente el poema, es mi opiniòn personal ; lo celebro y lo felicito.

 

Gracias por pasar y dejar tus apreciaciones, un gran abrazo