Los pájaros

De nuevo, al destino de compartir nuestras palabras.

Me levanté hacia la ventana, para estrecharme y mirar afuera la escena que había trabajado su magia en mi. Eran dos pájaros, creo una pareja, con ramitas cada uno en sus picos y que, al cada vez que comían, las soltaban para después volver a recogerlas.

Tal escena, me hizo hacer una rara compra en Barnes and noble. Rara porque,
para mi, comprar algo que no sea comestible o no me de protección, pues, es una extravagancia. Pero la escena, esta vez hizo me rindiera y compré una guiá, un libro sobre los pájaros.

De alguna manera, sus cantos y danzas hacían dificil me desenganchara de su tarea de proveer o de presenciar sus increíbles energías que, al echarse a volar, en un par de segundos desaparecían a lo más alto de la linea de los arboles.

Mientras los miraba, permanecía inmóvil para que no se echaran a volar y así seguir describiéndolos en esta prosa. Pero, si se volaban, al menos tendría
un recuerdo y mismo que cuando a la mente se lo demandara, esta me lo proveyera.

El sol esta haciendo su primera aparición, la carretera esta humeante, señal que pronto me calentará.

It is always nice to start the weekend with a nice breakfast and a glance of whatever newspaper they happen to have at the restaurant and, later on, ya en casa, several beers para calentar la imaginación.

Bueno, mas tarde, como a las 3:15 de la tarde, al volver a mirar por la ventana, otra vez, los pájaros andaban por allí, como si no hubieran tenido suficiente de mi. Salí afuera para mirar si tenían un nido por algún vecino árbol, pero no, y al estar stretching my legs and my ideas outside the house, de pronto, oí dos jóvenes voces que me preguntaban, en ingles, si podían hacerme siete preguntas.

Porqué siete? Les pregunte.
Somos de la iglesia del séptimo día. Respondieron.
bueno, preguntenme! Les conteste.

Me hicieron las preguntas, y al final, sobre los escalones de mi casa oraron por mi. Se fueron felices y yo feliz me quede, pero al mirar hacia el horizonte, otra vez, los pájaros, excepto esta vez estaban sobre los alambres de eléctricidad. Entre de vuelta a casa y cerré las cortinas porque pensé estaban hablando de mí.



Fidel Guerra.

 

Yo también observo a los pájaros.
Tengo un espacio en el jardín donde les dejo alimento, y me gusta verlos libres.
Ver como conviven en armonía, y realmente son criaturas preciosas. Claro que merecen que se escriba acerca de ellos, y me alegra que lo hayas hecho vos.
Tu amiga del lejano sur, pasó por aquí
Ojalá tengas inspiración, siempre.
Un abrazo.

 

¡Qué casualidad ! a mí también me gusta observar a los pájaros. Aunque no sean los más bonitos , hay dos parejas de mirlos que han hecho de mi pequeño jardín, su casa. Es interesante observarlos.
Me gusta tu relato.
Un abrazo.
Jazmín

 

Maramin,
disculpas por la tardanza.

gracias por leerme y el comentario sobre la mezcla bilingüe que interrumpe el hilo de la lectura. Creeme, entiendo no es practico y por eso empece a hacer unos cambios.

A veces escribo así, creo yo, porque es mi experiencia y porque el Ingles acarrea otro tipo de sentir que endulza mas a la nuestra, y a veces, se me hace difícil desunirlas.

Fidel.

 

Cecy,
gracias por hacerme llegar tus letras.

La verdad, no tengo experiencia en hacer prosas al momento y debido a la interacción cariñosa de estos pajaritos, pues, aun se me hace increíble estés leyendo este pequeño relato.

Sé no tengo talento como tú pero sentí la necesidad de invertir un poquito de imaginación y este fue el humilde resultado.

un abrazo que adquiere alas de esos pájaros.

Fidel.

 

Jazmín,
gracias por reconocer, con tus gustos, a mis humildes letras.

Creo los pájaros saben que no tengo gatos y por eso me visitan. En particular, me atraen porque, aparte de vigorosos, me intrigan sus platicas de bellos sonidos...o desconocida misión de cambiarnos el mundo con sus cantos.

Jazmin,
gracias por el placer de tu visita y, desde Oregon, te llega un generoso abrazo de poetas.

Fidel.