Los verdugos silenciosos

No cesaban en mis sueñosx Ni en mis veladas,
a mi lado siempre fieles me rondaban
Sin tregua, como una mujer enamorada,

Desde el armario, los domingos por la noche, Me acosaban,
Me sumergia en las ondas, mas estaban,
Feroces e incisivos Terribles implacables y nocivos

Cierro los ojos y me kiero evadir.
Como la Santa compaña, Levitan con sus capuchas negras
Llenando el espacio y el vacío

Lúgubres, a veces lascivos, Brutales o impios,
Comiendo de mi cerebro se alimentan,
Sorbiéndome los sesos se sustentan,

En un círculo de velar sin sueño,
Infinito sufrir en las noches eternas,
A veces geniales chispeantes Borbotones de luz,
Erotismo desbordado, Goteo del tiempo infinito,

Desesperados, queriendo salir Por los huecos de mis pelos
Carencia de ensoñaciones,
Ahora mismo trabajo infructuoso En busca del verso.

Momento de quietud ínfimo, Extremadamente pasajero,
Atenuados con química, Rebeldes profundos,
Sin mango por donde agarrarlos,
Indomitos blasfemos,
Perros, ruines, traidores, rastreros

Amargor sublingual de dulces benzodiacepinas,
Mares de desesperanza,
Pesados como las moscas, Verdugos silenciosos,
Evocando todas las cosas,


Patinando sobre el aceite de mi cerebro,
Delgados, livianos, Orondos o gruesos
Mis pensamientos viven dentro de mi
Abrazando mi voluntad en estrecha constricción
Sin dejarme vivir ni descansar,
Manipulando todos mis planes, Anulando mi voluntad,

Mis jodidos pensamientos, A punto de dormir vuelven,
Sin descanso real sólo químico,
Sueños sin REM, sueños vacíos,
Sueños sin valor que no llenan,
Sueños como una fase de meseta orgásmica, Sin resolución,

Frustrantes, incapacitantes del día que se avecina,
terror de la mente agotada,
Susurrantes de suicidios temibles,
Placenteros, libertadores. Mis jodidos pensamientos

Apareció en el cielo de mi habitación Una brillante espada
Afilada en el lado siniestro, Roma en el diestro,
La aferre con ambas manos,
Dos mandobles por encima, Un chasquido seco, CHAS!!
Y mi cabeza les arrastró rodando Por el suelo se los llevo de mi,

Me liberó, mi cuerpo inerte, descansado Y libre,
Atenuado en sus nervios, Sin padecer comenzó a ponerse lívido,
Perfectamente arrugado, Cárdeno azul y al final gris mortal,

Arrancados de cuajo dejaron de vivir en mi... mis pensamientos,
Nunca más supe nada de mi, ni de nadie
Solo esta fugaz chispa sobrevivió a los últimos Estertores.
Y todo se hizo oscuro...casi negro.