¡Más maderaaa!

Mil voces con alegría
quiero que se unan a coro,
cantad conmigo os imploro,
celebremos este día.

Un abrazo te daría
por ser así como eres,
cumplidor de tus deberes,
cordial, honesto y amable,
de carácter admirable...
¡Creo que tienes poderes!​

 

Con dulcísimos picores
se anuncia la garrapata
que es cuestión de mala pata,
nada que ver con amores.
Buscaré entre mis licores
uno que alivie el dolor,
no me importa su sabor
ni que me incite a dormir
que, si dejo de sufrir,
lo tomaré sin temor.

 

Lo tomaré sin temor
porque en ti siempre confío
no eres como mi tío
que se cree una gran señor.
No por ser un buen doctor
tiene su cielo ganado
yo siento que se ha olvidado
ser una buena persona
siempre amable y juguetona
es lo que le da valor.

 

¿Es lo qué le da valor?
¿El oler a buen perfume,
lo costoso que consume
y comprar un falso amor?
Creo que le falta honor,
humildad y valentía.
El respeto no se fía,
mucho menos el querer.
Déjeme con mi tener:
el honor y la alegría. ​

 

El honor y la alegría
que yo siento en tu presencia
se debe a la pura esencia
que a tus leves pasos guía;
sé que ha de llegar el día
en el que nos despidamos
de aquello que más amamos,
más si aún estamos vivos
nos veremos en festivos:
con fuerza nos abrazamos.
​

 

Contada de esa manera
queda la Historia torcida,
también teledirigida,
con intención torticera,
a llevarte a la escombrera.
Educando así a los niños
a base de falsos guiños
consiguen que el ideario,
oficial y numerario,
esté repleto de aliños.

 

Esté repleto de aliños
que nunca vienen al caso
quizás nos saquen del paso
pero jamás son cariños.
Apenas son falsos guiños
como dice el buen Cyrano
más es un recurso muy vano
que debemos corregir
no debemos permitir
que se nos vaya la mano.

 

Que se nos vaya la mano
no parece algo muy raro;
si te achacan el descaro
pon cara de franciscano.

Para disgustos no gano
y no es que sea yo avaro,
pero este vicio no paro
aunque sé que no es muy sano.

Nadie me puede culpar
de gustarme el chocolate
con leche o negro da igual

yo no dejo ese manjar,
perpetrando el disparate,
aunque me siente fatal.

 

Aunque me siente fatal
yo me salgo muy campante
a andar bajo el sol radiante
con sombrero de percal.
Mas dicen que hago mal.
Pero uso rojos lentes
que a la luz la polarizan
mas los pelos se me erizan
se comportan repelentes
y se paran indecentes.



​

 

Y se paran indecentes
los demás para observarlos,
ya no sé cómo quitarlos
esos pelos repelentes
que impresionan a las gentes.
Utilizo la cuchilla
aunque mi suave piel chilla,
utilizo también cera
y nada, son la repera,
me parezco a una ardilla.



​

 

Me parezco a una ardilla
porque a todos lados trepo
y porque allá donde quepo
yo me hago una casilla.
Me dicen que soy muy pilla
porque lo que no está atado
me lo llevo a otro lado
y lo escondo con ahínco;
sé que con ello delinco
pero aún no me han pillado.

​

 

Que me lo pueda comprar
porque me sobra la pasta,
con un poco no me basta
por eso acudo al azar.
La suerte no quiere estar
de mi lado cuando llamo,
mucho menos si proclamo
que se acuerde de mi apuesta
y no me deje en la cuesta,
en voz alta le reclamo.

 

En voz alta le reclamo
al que me vende las flores
que yo las quiero mejores
y de tristes me da un ramo
y mi bilis yo derramo.
Ahora voy enojada
quiero estar muy relajada
al verlo en el hospital
no quiero llegar tan mal
que me mire como a un hada

​

 

Que me mire como a un hada
ese a quien tanto yo quiero
pues daría el mundo entero
por tenerme en su mirada.
La persona tan amada
que a mi mente vuelve loca
me hace soñar con su boca
aún cuando estoy despierta;
todo esto me desconcierta,
bien profundo me trastoca.​

 

Bien profundo me trastoca
el fuerte aumento del gas,
su precio sube al compás
de la guerra que provoca
la muerte que no sofoca
el enano fantasmón,
un zar de reposición
enrocado en su palacio
paladeando despacio
a su ejército en acción.

 

A su ejercito en acción,
presidenta , mande urgente
a que cuide de la gente,
es prioritaria misión.
Pulula mucho bribón
por las calles ,deambulando,
y que impune van obrando,
hay que pararlos ahora
sin mas largas, sin demora,
porque nos tienen penando.

 

Porque nos tienen penando
en muy crueles circunstancias
voy a repartir instancias
para ir así apuntando
todo lo que está pasando.
De rositas no se irán
los que nos roban el pan
y que abusan de nosotros;
hacerlo también con otros
a este paso no podrán.​

 

A este paso no podrán
llegar a tiempo al evento,
se quedarán sin asiento
y en pie permanecerán
pues butacas no tendrán
y, creedme, que lo siento.



​

 

Y, creedme que lo siento
ese frío de su tumba
y en mis oídos rezumba
el suspiro de su aliento
y aunque yo mucho lo intento
pienso que fue lo mejor
el dio el último estertor
cuando yo me desperté
y así fue que liberé
a mi alma de ese temor​

 

A mi alma de ese temor
liberar yo no he podido.
La cabeza la he perdido.
Ya me llena de pavor
caminar por corredor
por el miedo de encontrarle.

Feos son, he de contarle,
sobretodo por sus patas.
Y no son como las ratas,
¡estos van por las paredes
tejiendo unas largas redes
cazando moscas novatas!​

 

Cazando moscas novatas
por mandato del maestro,
el aprendiz menos diestro
enmendaba sus erratas
en un campo de patatas.
Armado con dos palillos
y vestido con trapillos,
intentaba demostrar
que podía capturar
los alados diablillos.



​

 

Los alados diablillos
que te vuelan en la mente
te hacen parecer demente.
Se te hinchan los carrillos
si ríes de sus chascarrillos.
Mejor es que te concentres
en mejorar tus estudios
que será un buen preludio
para que trabajo encuentres
que a un buen lugar tu entres.​

 

Mucho hay que recordar
aquellos años felices
cuando éramos aprendices
y nos tenían que enseñar
como versos realizar.
Ahora somos maestros
ya tenemos que saber
y nos causa padecer
cuando jóvenes más diestros
esgrimen mejores estros. ​

 

Esgrimen mejores estros
las nuevas generaciones
que dan forma a las naciones
que habitaban sus ancestros;
un día serán maestros
estos jóvenes pupilos
creando nuevos estilos
en el canto y en la danza,
aunque si les sale panza
sabrán perder unos quilos.
​