¡Más maderaaa!

No se nos caigan los dientes
por no acudir al dentista.
Vi una vez un trapecista
de dotes sobresalientes,
de gira asombrando gentes
del mundo con gran bravura
al usar la dentadura
-¡mordiendo el mismo trapecio!-
para asirse como un necio
sin sufrir lastimadura.

 

Sin sufrir lastimadura
el trapecista volaba,
y la gente alucinaba
sin comprender tal locura.
¿Habrá que llamar al cura,
cuando se pegue el tortazo,
y que acoja en su regazo
lo que quede de ese loco?
preguntaban con sofoco
señalando con el brazo.

​

 

No se nos caigan los dientes
por tanto azúcar comer;
cada cual ha de saber
lo que hace con sus mordientes.
Si cada día te mientes
sin habértelos lavado,
te quedarás desdentado
antes de llegar a viejo;
podrás ver en tu reflejo
tanta falta de cuidado.​

*Cierto, Maramín, no me di cuenta.

​

 

"A las Indias llegaré",
aseveró decidido
como un genio incomprendido.
Dijo: “Colonizaré
e intercomunicaré
las comarcas y los mares.
Un dios jamás tiene pares
y más si es navegante”.
Mas no supo, por pedante,
que le pifió medio a medio.
¡Pero qué loco, qué tedio,
qué actitud tan desafiante!

¿Habrá sido el navegante genovés el inventor de la palabra “colonizar”? Jaja

 

¡Qué actitud tan desafiante!
¡Qué pose tan orgullosa!
Saca su espada celosa
y se la pone delante.
La acompaña con el guante
que arroja sobre su cara,
así entiende que repara
la ofensa que le ha infringido,
lo que a nadie ha permitido:
a su nariz no se encara.

 

A su nariz no se encara
dijo el COVID al resfrío.
Era tan taimado el tío…
más malo que un capibara
en celo, que una tacuara
de lancero guaraní.
¡Una noche yo lo vi
derrotar al Chupacabras!
Cruzarlo, en pocas palabras,
nunca es cosa baladí.

 

Nunca es cosa baladí
las leyendas y los mitos
sean orales o escritos;
unos dirán "Nada hay allí",
algunos dirán que sí
pero el revivir la historia
y así honrar a la memoria
es parte de la cultura,
que se lega en la futura
generación, por su gloria.​

 

Generación, por su gloria,
de bélica atrocidad
en las tierras ucranianas
Putin busca elucubrar.

Más supo el Diablo de horrores
que Diosito de piedad
aquel día de febrero
marchando a paso bestial.

Vemos armas dar con niños,
vemos manchas en un pan
de sangre regando tierras
que trigo supieron dar.

En base a las normas establecidas al comienzo de este hilo, nada parece impedir el uso de otras estructuras, e incluso con rima asonante. Pienso entonces usar algunas coplas, villancicos, zéjel, e incluso romancillos (si se nos permite llegar hasta el siglo XIX).

 

Se entierran en su guarida
los momentos de perdón
cuando existe la ocasión
de calmar la piel ardida.

Un sátiro nunca admite
cuando el tiempo de parar
de asistir al lupanar
vuelve sin que se lo invite.

 

Defensor de honra en su sede
el nervioso portavoz
deja su plato de arroz
ante un tipo que se excede
con sus gritos y no cede
a la petición de irse
y que no piensa rendirse.
Coge entonces la cuchara
y se la estampa en la cara
sin llegar a resistirse.
​

 

Sin llegar a resistirse
de vencer el desafío
de cruzar el turbio río
quiso nadando lucirse.
Sin embargo al zambullirse
en el tremendo aluvión,
sucedió que en su intención
tuvo un penoso incidente,
cuando la fuerte corriente
lo despojó del calzón.
[/url

 

Siguiendo la iniciativa de Ermenegildo de abrirnos a otros poemas de arte menor, me atrevo con este Rondel.

Lo despojó del calzón
el caudal muy ofendido,
le aplicó tal remojón
que volvió malo a su nido.
Le dieron un pescozón,
se encuentra muy confundido,
le aplicó tal remojón
que volvió malo a su nido.
Se puso su camisón
y entendió muy compungido:
el caudal muy ofendido
le aplicó tal remojón
que volvió malo a su nido.

 

Que volvió malo a su nido
no admite vacilación.
Es una nueva ocasión
en la que vemos tendido

frente a su puerta, dormido,
a un achispado lirón.
Lo pierde el vodka y el ron,
lo vence un cóctel batido

y lo derrotó el amor
que ella no retribuyera
al dar todo sin cuidado,

sufriendo el gran estupor
del alma cuando se entera
que el corazón ha marchado.

 

Qué el corazón ha marchado
cuando se ha ido mi amor
por querer vida mejor
que aquella que nos han dado.
Mucho yo lo he llorado
y añorado cada día,
pero sin hipocresía
lo he podido olvidar;
ahora me queda encontrar
en mi sino la alegría.​

 

En mi ,sino la alegría,
no cabe ahora otra cosa
porque valoro a quien osa
traer variedad al día.

Y agradezco a quien porfía
de forma meticulosa,
decidida y armoniosa
por cambiar la sinfonía.

De Ermenegildo valoro
el audaz planteamiento
que sacó de su bolsillo.

Sin faltar nada al decoro,
mostrando conocimiento
nos ha escrito un sonetillo.

 

Nos ha escrito un sonetillo
nuestro amigo Don Cyrano.
Y no se le fue la mano,
mas no le escatima brillo.

El hombre muestra el colmillo.
Me pregunto: ¿es gaditano?
¿Será tal vez valenciano
o de las letras buen pillo

de la rima y el salero?
Simplemente me refiero
al don de la picardía

que como un aventurero
del verso noble y certero
nos comparte noche y día.

 

Nos comparte noche y día
porque lo pasa genial;
de manera tan cabal
Cyrano me respondía.

No comprendo su alegría
porque escribir, al final,
no me parece tan mal
pero mejor estaría

con sus amigos del alma
tomándose algunos vinos
o al Alavés animando.

Nos dice con mucha calma
que sus ratos verpertinos
ya los está disfrutando.

 

Ya los está disfrutando
Eratalia en su lectura;
todos están a la altura
y bien se lo está pasando..

Además está observando
que llegó la variedad,
¡pues viva la libertad!
y si a la décima vuelvo
es porque antes lo resuelvo,
os lo digo de verdad.​

 

Por su inaudita crueldad
y su tremenda vileza,
no me cabe en la cabeza
que todo sea verdad.
No pensaba que a mi edad
me tocara vivir cosas
horribles y tan monstruosas,
¿no tendríamos bastante
con remar todos p'alante
sin tener que hacer más fosas?


​

 

En montones increíbles
de ramas, rocas y lodo
casi sepultaron todo
aludes incontenibles.
Son incontrovertibles
los grandes cambios climáticos.
Mas los antidemocráticos
gobiernos de Rusia y China
dicen que todo se arruina
por culpa de otros fanáticos.

 

Por culpa de otros fanáticos
entestados en su fe
esta décima arpegié
para sumarla a sus cánticos.
Culpo a los poderes fácticos
y a la poli que casca
en la mezquita de Al-Aqsa
a orantes inocentes;
que la culpa hunda sus frentes
y en sus mentes la borrasca.​

 

Según dijo un periodista:
¿Te besó?
¡Ay, mi Dios, ¿quién más que yo?

¿Qué dirá mi madre amada
d'esta hijita atolondrada
cual ropa vieja cambiada?

¿Bien besó?
¡Ay, el diario me mató!

Esta es una variante de zéjel propuesta por Lope de Vega, la cual deja suelto el primer verso, como una suerte de antesala al estribillo. Me gustó el "d'esta". No me pude resistir, por ese aire zejeliano.
La métrica, 8-4-8-8-8-8-4-8, por supuesto que viola la pureza octosilábica. No volverá a suceder.

El villano en su rincón (Lope de Vega)

Por el montecito sola
¿cómo iré?
¡Ay Dios, si me perderé!

¿Cómo iré, triste, cuitada
de aquel ingrato dejada?
Sola, triste, enamorada.

¿Dónde iré?
¡Ay Dios, si me perderé!

 

Al dar la noticia falsa
el mundo se me echó encima,
porque todos la creyeron,
en el pueblo y en la mina.
Semejante canallada
me va destrozar la vida,
no lo puedo tolerar,
cogeré la carabina.
Al dar la noticia falsa,
no puedo vivir tranquila.



​