¡Más maderaaa!

El sudor me envolvería,
helado y casi demente,
si vuelve a ser Presidente
“Donaldo”. ¡Qué bizarría!
¡Por las barbas de mi tía!,
¿la locura es colectiva?
Si observo su comitiva,
caigo presa del terror.
Que me calme es lo mejor,
no tengo otra alternativa.​

 

No tengo otra alternativa
porque mi suerte está echada
la salida está bloqueada
y mi piso es el de arriba.
El momento en que me iba
volvió el marido burlado
por lo que fui precisado
a saltar por el balcón
me olvidé del pantalón
fue un acto desesperado.

 

Fue un acto desesperado,
la altura no calculé
y enganchado me quedé
de la verja, por tarado.
Gritaban, "¡degenerado!",
del calzoncillo pendía
y el marido me quería
balear con su escopeta.
Por suerte, una camioneta
policial en ese día

salvó mi vida al pasar,
evitando una desgracia.
Pero el loco, por mi audacia,
aún me quiere matar.​

 

Aún me quiere matar
y la razón ya no existe
yo no sé porque él insiste
en tal ofensa vengar
más bien lo ayudé a dejar
a la mujer que tenía
si él ya no la quería
andaba con una moza
de cutis como la rosa
ya su mujer lo sabía.

 

Es lo que pudo obtener,
sorbos de agua y huesos rotos.
Sobrevivió terremotos
y cosas de no creer,
pero supo su mujer
los riesgos de amar a un tonto.
"Verás cómo al tren me monto,
sobre el techo, a lo vaquero,
nada más porque te quiero",
dijo al ir para Toronto.​

 

Dijo al ir para Toronto
-Al Niagara llegaré,
con ese acto yo haré
que tú te enteres bien pronto
no tengo un pelo de tonto
la tengo bien calculada
en la bici esa cascada
la voy a cruzar, si llego
se me va a inflar el ego
es mi acción desesperada.

 

Es mi acción desesperada
lo que en las gradas se espera.
En esto, soy una fiera
que no está más enjaulada.
Bato el récord como nada,
vuelo en mi motocicleta.
No existe truco ni treta
para saltar autobuses;
jamás tu fortuna abuses
con una mala pirueta.​

​

 

Con una mala pirueta
digna de un contorsionista
se lucía por la pista
Del público alguien lo espeta
-quítate ya la careta
eres un improvisado.
Se sintió tan enfadado
que oculto en la oscuridad
lo dividió a la mitad
en el momento adecuado

 

Todo con suma elegancia,
frente al arco se hamacó.
Tres rivales se sacó
con la finta en su prestancia.

Dada la escasa distancia,
su pie hábil perfiló
y un gran remate sacó,
marcando un gol de importancia.

Luego el partido devino
en show de brutalidad.
El árbitro era un pingüino

absurdo en su desatino.
No brindó tranquilidad
ni cuando el VAR intervino.​

 

Habría victoria cierta
con la contaminación
si evitamos el sermón
político que subvierta.
Noto, en la palabra experta,
advertencias desoídas.
Bebiendo de aguas podridas
sufre el niño en la pobreza,
mientras apilan riqueza
las castas favorecidas.​

 

Las castas favorecidas
lo son solo por nacer
pero les falta el poder
para colmarse las vidas
mientras por hambre perdidas
o por guerras de ambición
a otros daña su pasión
Pueden calmar la pobreza
con las sobras de su mesa
los de pobre corazón.

 

Soltadas a toda prisa,
las palomas mensajeras
inician locas carreras
en contra de leve brisa.
Es la paloma sumisa,
inocente y servicial.
En las guerras, fue vital
compañera del soldado
y con ellos ha dejado
sus huesos, por ser leal.

​

 

Por esa especial maraña
de circuitos integrados,
todos seguimos pegados
a este emporio de patraña.
No es que critique con saña
la idea de red social,
pero un concepto trivial
vale más que un tema agudo.
¿Te toman por pelotudo
con tanta cosa banal?​

 

Con tantas vulgaridades
nada se puede esperar
no hay templo para rezar
ni calma en tus tempestades
tan procaz siempre me invades
no es que yo te quiera santa
pues tu obscenidad me encanta
pero ahórrame el rosario
del recurso innecesario
de esa tu labia que espanta.

 

De esa, tu labia que espanta,
hemos tenido un montón.
Solo causa conmoción,
ya casi nadie te aguanta.
Es como echar una manta
de estiércol en esta noche.
Cuenta conmigo; un reproche
seguro te viene bien.
Si fuera a seguirte el tren,
me convierto en un fantoche.​

 

Me convierto en un fantoche
te dejo llevar las riendas
a veces lo hago a sabiendas
sobre todo si es de noche
quieres que te desabroche
que lo logre sin mirarte
y no me dejas besarte
debo pedirlo de hinojos
si asientes, cierras los ojos
ansiosa por entregarte.

 

Ansiosa por entregarte
al gran placer de la carne,
mejor que este asado guarne
porque vas a atragantarte.
Siempre te abocas al arte
de dejarme sin comida.
Por ser glotona perdida
no nos alcanza el dinero.
Si hasta un costillar entero
te devoraste, perdida.​

 

Te devoraste, perdida
en la selva de Amazonas
tres lagartos, no razonas,
todo por salvar la vida
es tendencia conocida
no influye lo cultural
pues te sale lo animal
si llegan tan malas rachas
hasta comes cucarachas
por instinto natural.

 

¿Por “instinto natural”?
¡Se me va erizando el pelo!
Es el dulce caramelo
u oropel artificial,
es cristalino cristal
o el guepardo muy felino.
Yo también ando el camino
de la casual redundancia.
Del error muestro abundancia,
no creas que siempre atino.​

 

De un payaso estrafalario
recibí una cachetada.
Habiendo pagado entrada,
me ofendió mi victimario
pues fue parte del bestiario
de ese circo tan famoso.
Luego, se me vino un oso
con hambre y sin miramientos.
Pasé terribles momentos
en ese día espantoso.​

 

Con sus garras, darte abrazo
te lleva a la destrucción.
En tu piel, pinta pasión
a pincelada y brochazo
y así, pedazo a pedazo,
va devorando tu ser.
Nunca creí merecer
esa agridulce tortura.
Guarda, amigo, la cordura
con esa hermosa mujer.​