¡Más maderaaa!

Y no se me quede inmóvil,
por su madre se lo pido,
deje de estar distraído
jugando con el playmobil.
(¿Algo más que acabe en óvil?
No se me ocurre otra rima
y repetir me da grima)
Pues acabemos la estrofa,
dejando a un lado la mofa,
vamos a ver quién se anima.​

 

Vamos a ver quién se anima
a hacer profunda espinela
¡porque vamos, tiene tela,
Alfonsina, no deprima!.
Le hago saber que la cima
se conquista a paso lento,
no conociera el talento
otro modo de escalada.
¿De repente??, !Roma es nada!!,
Déjeme que cobre aliento.​

 

Déjeme que cobre aliento,
que descanse del camino,
aquí, a la sombra de un pino
pretendo tomar asiento,
mas será solo un momento.
Luego seguiré adelante
con mi paso vacilante,
así que si tiene prisa
corra y al llegar me avisa,
que yo tardaré un instante.
​

 

Que yo tardaré un instante
en versar una brillante
espinela sobre el sol,
luminoso cual farol.

Por su rayo fulgurante
que traspasa la ventana
me levanto en la mañana
lamentando que tan pronto
me despierten, soy muy tonto
y no bajé la persiana

 

Y no bajé la persiana
para atisbar al vecino,
mas me mira y me empecino
en disimular mi gana.
¡Qué traicionera ventana!
pues al procurar un gesto
de que regaba mi tiesto
me percaté que no había
ni tiesto, ni celosía...
¡ Y me pilló con lo puesto!​

​

(menuda cacofonía)​

 

Y me pilló con lo puesto,
sin rimel y sin carmín;
mirándome, el malandrín,
un ojo me guiñó presto
y lo encontré tan apuesto
que tiré la regadera
y me escondí tan ligera
que resbalé con el agua
y pisándome la enagua
me destrocé una cadera.​

 

Me destrocé una cadera
por correr tras la vecina,
qué caída más dañina
al salir de la bañera.
Aquí, en la sala de espera,
me acompaña mi destino
y no es que sea ladino,
mas si adrede lo preparo
me sale mucho más caro
citarme con lo divino.

 

Citarme con lo divino
cual Teresa de Jesús,
aunque me da repelús
pensar en un repentino
desmayo, o si alucino
y no sé volver en mí
después de tal frenesí,
pero hay que ser atrevido,
eso es de todos sabido,
mas no es cuestión baladí.

​

 

Mas no es cuestión baladí
tomarse la vida a guasa,
verla es mejor mientras pasa
como si es un pirulí.
Chupa acá que chupa allí
irás sacando el sabor
de su goloso dulzor:
no me encontré un avestruz
que azuuuucar -cual Celia Cruz-
entonara a su favor.​

 

Entonara a su favor
un salmo, un sermón, discurso
asfixiante en el transcurso
de la misa, en el dolor.

De modo amenazador
prometiesen el infierno
por calentar el invierno
con estufa natural,
mejor me portaré mal
¡Tendré calorcito eterno!

 

Toda moral se destierra
en el campo de batalla.
Dura vida donde haya
aún resquicios de guerra.
El pasado no se entierra
tan fácil como los muertos,
que de polvo son cubiertos
para tapar la vergüenza
de quien a golpes comienza
a deshacer los entuertos

 

Todo mal quiso enfrentar
y al fin nada consiguió
la vida lo maltrató,
se volvió loco de atar
sin poderlo remediar.
Pero su fiel escudero
que ejercía de consejero,
no se buscaba altercados
ni ideales elevados,
mas era un buen compañero.​

 

De chocolate manchado
atusábase el bigote,
-Ponga su dedo, -el pegote
en la huella fue plasmado-.
-¡Yo no he sido!- dijo airado-
se lo juro por mi honor,
palabra de Conde Mor.
Pues límpiese la palabra
que ni arte de abracadabra
limpiará de su plumero
el rastro chocolatero,
¡a la cárcel tío cabra!



Perdón, veo que me he colado, pero no puedo corregirlo ahora. Si os parece oportuno seguid la cadena obviando esto mío

Lo apaño como puedo por si acaso:


De chocolate manchado
atusábase el bigote,
-Ponga su dedo, -el pegote
en la huella fue plasmado-.
-¡Yo no he sido!- dijo airado-
se lo juro por mi honor,
palabra de Conde Mor.
Pues límpiese la palabra
que ni arte de abracadabra
dará al plumero esplendor.





​

 

Dará al plumero esplendor
un buen chorro de lejía,
ya me lo dijo mi tía,
que limpiando es un primor,
entregada a su labor
mientras un ojo me guiña
y la ensalada me aliña.
Ella a todos nos auxilia
y el resto de la familia
hace con ella una piña

​

Para que nadie se quede colgado he seguido la décima de Eva, pero la he acabado con el mismo verso que deja Maramín, así todos serán seguidos. ¿OK?

 

A seguir en cartelera
el "Yo sigo" como norma
entiendo a bien que es la forma
de que el tren vaya en hilera.
Disculpad no es que quisiera
a este tren descarrilar,
es que me pudo el rimar
y al ver que estaba parado
me monté sin más cuidado
creyendo no iba a pasar.​

 

Empapado fui a la fonda
y por entrar en calor
me aproximé al radiador
que me dio sopas con onda.
Pues mira que es trapisonda
la manera en que me vi
que volé cual colibrí
al engancharme en su cable:
una pirueta notable...
¡estoy que no quepo en mí!!​

 

Estoy que no quepo en mí
de inusitada alegría,
no pensé que pasaría,
pero es que anoche dormí;
yo misma me sorprendí
al ver llegar a Morfeo
que amoroso cual Romeo
en sus brazos me acunó
y una nana me cantó.
Creedme, que no bromeo.
​

 

Creedme que no bromeo
vi un elefante volando
y una ballena trepando
por los muros de Borneo.
Ni yo mismo me lo creo
pero lo vi, estoy seguro
junto al cerdo y el canguro
dormía el ornitorrinco,
la tortuga daba un brinco
y es verdad, yo te lo juro.​

 

A la oscura humanidad
mando a tomar a esta dieta:
a la plancha una chuleta
si acaso en festividad.
Y lo que digo es verdad,
que hasta sueño con cordero,
panceta y vinos del Duero
y la báscula se empeña
a mi bacanal dar leña:
¿Diez kilos más??, ¡vete a Ampuero!*​

* https://blogs.deia.eus/rincondelproteston/2012/11/06/a-cascarla-a-amuero-cosas-de-bilbao/