¡Más maderaaa!

Esbeltez conseguirás
si apuestas por "ser persona",
que al fin y al cabo eso dona
mayor belleza, verás:
Tú nunca vueles a ras
de tierra con el intento
de decir que eso es un cuento,
porque no hay ave más bella
que aun siendo nada hace huella
dando trino al mal momento.​

 

¡ Ya no pudo continuar!:
el agua junto a la orilla,
el ocre donde la arcilla,
ni tú mirando la mar.

El luto frente al altar
soñaba la flor del lirio.
y un cántico de martirio
acalló el silencio triste
de las lágrimas que en ristre,
hicieron llorar al cirio.

 

Haciendo llorar al cirio
de tantas noches en vela,
mientras la mujer lo cela
y, el pobre, vive un martirio
ya padece hasta el delirio,
de tanto que le molesta
y lo mucho que le cuesta
dormir con esa enemiga
que a salir vuelve y le obliga,
noche tras noche, de fiesta.

Gladiadora__________​

 

Un apunte....es hicieron/ no haciendo....pero no creo que eso tenga importancia....jejejeje.
Un saludo.

 

Noche tras noche de fiesta,
día tras día de pena.
El toro junto a la arena
lleva un crespón de protesta.

¡ Ya!, ya con la vida a cuesta,
chorro de sangre restaña.
Sudor y barro mi España
conjuga dolor y suerte.
Y ante el espejo la muerte
nos enseña su guadaña.

 

Nos enseña su guadaña
y nos recuerda constante
que la vida es un instante
y que a veces nos engaña
y que se ceba con saña.
Pero afrontemos el hecho
de que hay que sacar el pecho
y vivirla con audacia
sin temor a la desgracia
sacándole buen provecho.






​

 

Sacándole buen provecho
como al gorrino, hasta el rabo,
se acaba de cabo a rabo
de cavar fosa, sospecho.
Porque abusar da derecho
al otro para atar cabo
de la guerra que da el cabo
que no llega ni a sargento.
(Es por mero aburrimiento
que en el cabo yo socavo).​

 

Bellos del profundo abismo
son los versos del suspiro.
Fiel espejo donde miro
febriles; sueño y realismo.

Son las aguas del bautismo
del poeta con sus versos.
Pensamientos que dispersos
se convierten en poesía.
Amor, pena y alegría
componen sus universos.

 

De artistas sin vanidad
se llenan los cementerios,
pues aunque sean muy serios
rayan la mediocridad.

Para el vulgo la humildad,
me pido grandilocuencia
y ser poeta en potencia:
con malos humos, altivo,
petulante, fatuo, divo,
de las letras quintaesencia.

 

Yo sigo
(Ay, Isabel, perdona, no vi tu visita, en nada la cuelgo, que la improvisación creo que me llevó al fallo y debo repasarla)

De las letras quintaesencia
soy porque todo lo rimo
y a buena sombra me arrimo
que cobije mi presencia.
A la porra la carencia,
esas son cosas del alma,
y si es que mi alma la palma
a mí que se me registre
cojo mi pluma y en ristre
a escribir, limpia "mi palma".
​

(No me toméis la palabra
que tan sólo es una décima,
la realidad siempre sabia,
distingue las coincidencias)



NOTA: Veo que Maramín ha colgado tras de mí una décima, si os parece, y ya que fui la primera y sobre todo por no dejar a mi compañera libélula en el aire, que tuvo la deferencia de pasar a leerme, cuelgo mi Espinela, pero si convenís se sigue con la de Maramín.

 

Lo hallamos en poesía,
que a veces la coincidencia
da salida en inocencia
a editar la misma vía.
Mas ni loca yo querría
que paralizara el tren
y me quedo en el andén
dando paso a Maramín
que lo importante es el fin...
¡Que el tren corra a tutiplén!​

 

Que el tren corra a tutiplén
dijo la sabia Alfonsina
pues la balanza se inclina
siempre hacia el lado del bien
aunque haya algún vaivén...
Mientras no descarrilemos
genial nos lo pasaremos
que es lo único importante,
-pero hay que estar vigilante-
y todos juntos podremos.

​

 

Hoy nos toca luna llena
y oigo aullar al hombre lobo
poniendo cara de arrobo
y también cara de pena;
su sangre se desenfrena
se arrebata y se trastoca
pues la luna le provoca
sus instintos asesinos,
horrorosos desatinos:
la mente se le disloca.
​

 

La mente se le disloca
cuando pasamos con garbo,
anda, venga, tira, largo,
mucha miel para esa boca.
Y ya vas tardando, toca
que te des tú el paseíllo,
queremos verte, chiquillo,
de la cabeza a los pies
y ojito con dar traspiés
¡que somos "las del visillo"! ​

 

Yo sigo.

 

Según sus propios humores.
Colérico y flemático,
sanguíneo tan aromático.
Melancólico da ardores.

El mío no tiene colores,
menos peso ni medida.
Depende como coincida
El día y su transcurrir.
Y ese es el elixir
que amigos tiene la vida.

 

Que amigos tiene la vida,
te los presta paso a paso
y no hay ni aurora ni ocaso
que consuele su partida.
Porque un amigo se anida
como tesoro en el centro
y te llega tan adentro
que ya es parte de tu ser,
avivando en tu querer
la añoranza del reencuentro.​

 

La añoranza del reencuentro.
El silencio está a la espera
de una nueva primavera,
aunque el sol luzca por dentro.

¿ Ves al onfalo epicentro
de este mundo tan mundano?
Ven aquí y toma mi mano.
Es cayado de penurias,
el reposo de las furias
y un júbilo de verano.

 

Nos sumieron en delicia.
Eran dulces y simpáticas
como frutas aromáticas,
Cocinaban con pericia,
nos trataban con justicia.
Que me secuestren de nuevo
las sirenas, yo lo apruebo,
curan todas nuestras penas
con amorosas cadenas
y un cautiverio longevo.