Matame

Debiste haberme matado en lugar de dejarme llorando,
el alcohol es mi consuelo y los cigarrillos mi compañía,
esta amargura no es por el alcohol, sino es por mis lágrimas que se derraman.

Estoy de nuevo solo en mi habitación, en compañía de mi licor,
mi navaja me extrañaba tanto como yo a ella,

Las sombras me consuelan nuevamente,
el frío regresa a mi cuerpo, tan frío como un muerto,
el frío ya me es tan cálido.

Mi gata se acurruca en mis piernas,
tal pareciese querer curar mi dolor,
de no ser por ella yo no estaría escribiendo este poema.

Cierro mis ojos y no puedo hacer mas que imaginarte,
pero a la ves no puedo olvidar el dolor que me causaste,
me causa rabia el saber que me engañaste.

Pero no te culpo,
a fin de cuentas hasta yo mismo me repudio.​

 

Fuerte, querido amigo yo no sé si aplaudir tus letras... todos hemos vivido momentos duros, algunos como tú han acariciado la idea de irse de este mundo, porque no decirlo, de la muerte, pero realmente ¿vale la pena? Si tomamos en cuenta que todo absolutamente en la vida es transitorio, que estamos en este mundo de paso y que nuestro tiempo, comparado con las estrellas, las galaxias y el universos en general, pues es muy corto, un bostezo apenas, entonces, no debemos definir nuestras vidas por pequeñeces. Somos como un vaso que se llena y se vacía, eres quién siente, no lo que sientes, no te definas por algo transitorio como una emoción o un sentimiento. A tu dolor y a tus heridas dale tiempo, solo deja que pase, y reencontrarás el sentido de tu vida, libros como los de Leandro Taub "La Mente Oculta" no te vendrían mal, espero que mi opinión sea de tu agrado. Saludos cordiales.