Matarlas callando...

Vengo hace tiempo pecando
para que el mal se contente;
sólo me callo si hay gente
con quien matarlas callando.
Como y ya estoy hambreando,
cumplo la edad malamente;
tengo una calva incipiente
y un yo sin mí que me engaña;
todo en la cama me apaña
si el compromiso está ausente…

Soy de mentira piadosa
y algo esmirriao de estatura;
de mi escasez de cultura
bebe mi sed perniciosa
de consumir prensa rosa,
porno, hachís y amargura;
sufro la vil dictadura
de unos ineptos electos
cuyos defectos perfectos
me han de impartir sepultura…

Tengo espantás de torero
y una inconstancia constante;
no lo hay despojo parlante
que me lo iguale a embustero.
Mas, mientras muero y no muero,
sé que he de ser tolerante
y un poco más dialogante
con el Satán disfrazado
de transexual bien dotado
que hurga en mi ser cada instante…

 

Pues sigue así... Al menos escribiendo!

 

Joé, Ramón. Con un cierre como ese, ¡Ya estoy yo acostáo!
Hiciste tres décimas pa confesarse en misa de ocho.
La de cosas que aprende uno, cuando alguien dice las cosas como tiene que decirlas, sin tapujos y sin tantos rollos de poetas; aunque, eso sí, conociéndote, doy fe de que finges mejor y con más arte que ellos.

Setehayquequerer por coj...

 

Bonito autorretrato versado de diez en diez, me trae un sabor a Fierro, o qué sé yo, muy buen poema Jorge.
Saludos y parabienes.

 

Excelente verso dentro de esa autodescripción. Un gusto leerte. Luciana.

 

Pues sí, amigo. A estas edades ya va a ser difícil que uno cambie, ni escribiendo ni pecando.
Muchas gracias

 

No creas, Manolo, hay más verdades que mentiras en esta confesión de miserias mías. No todo es cierto (hay que exagerar un poco) pero sí una considerable cantidad de detalles aquí citados.
El querer es mutuo, ya lo sabes ...

 

Muchas gracias, compañero, sobre todo por la inmerecida comparación.
Saludos y abrazos

 

Gracias, Luciana. El gusto es mío.
Un saludo