Me abandonaste

Me abandonaste



Me abandonaste una madrugada fría y muy lluviosa

La noche se tornaba presurosa y de intervalos amorosa

En silencio y del lecho nupcial, se alejó nerviosa y misteriosa

Abandonó el calor de la cama y de mi cuerpo, cobarde y valerosa



Estar a tu lado, los días eran claros de alegrías y carcajadas esplendorosas

Las noches de luna llena acariciaban placeres de sexo majestuosas

Todo a nuestro alrededor era felicidad, besos, abrazos y risas generosas

La pasión y el amor nos embargaban, del éxtasis en forma maravillosa



Me abandonaste sin razón, el clamor que pido de tu explicación

Me dejaste solitario, hablando con las paredes de mi habitación

Partiste rauda, dejando mi espíritu, sumido en un caos de confusión

Se alejaste dejándome aturdido y loco de desesperación



Te marchaste de mi lado, mujer de mis amores y de anhelos ingrata

De nada valieron mis poesías, ni las melodías, ni las serenatas

Tampoco valieron mis versos de amor, que el viento se lleva y desbarata

De nada valió salir de paseo por los senderos florecidos en caminata



Tus bellos y adorados recuerdos, me matan y agonizan

Sin sueños, las noches son largas y solitarias que me horrorizan

Tu bello cuerpo lo veo en las sombras y nervioso me atemorizan

Tus gemidos de pasión de fuego, agudizan mi oído y me descuartizan



Me abandonaste, dejando mi corazón sufriendo su pena

Mi alma revoletea en la habitación que el cerebro desordena

Se fue la abeja dulce que prodigaba alegría a la colmena

El licor hace mella en mi cuerpo que tambalea, con tu espuma me envenena



Me abandonaste, llevándose las risas y la emoción de mi amor

El tiempo pasará cicatrizando el dolor que una vez fue encantador

Vendrán nuevos y apasionantes amores, pero el tuyo será conmovedor

El sol saldrá de nuevo y otros amores para ti mujer, brillarán en todo tu esplendor

Otro poema y otras melodías de otros quereres, acecharan tu cuerpo seductor



Me volví errante y vagabundo de caminos polvorientos

Me abandonaste acabando con mi vida y mis nobles sentimientos

Estoy maltrecho y moribundo, me invade la ira de mis tormentos

Por tu amor me estoy muriendo, agonizando el alma de mis sufrimientos

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga agosto 26-2019

 

Cuando no hay fuego en la cama hora es de cambiar las sabanas.
El amor en muchos casos tan efímero como el viaje de la cama al baño. Solo hay que resistir un poco y ya estas en él.

Gusto leer tu despecho.
Saludos
Lex