Melodía para mi oscuridad.

Me regalo tu voz como una ofrenda que se cuela por los vidrios rotos, el viento ha despojado a todos los árboles que hasta hoy permanecían quietos.
Y aquí estoy soplada extendida como una isla sin pájaros, después de un temporal.
Meciendo huesos rotos en una silla chueca y coja. Luego seguirá lloviendo como siempre llueve aquí, exageradamente hasta llorar. Me pesan los pies, en tres días caminé una vida entera pasé debajo de puentes y vi niños allí, vi perros, vi nuevamente lágrimas y no llovía.
A veces el mundo es una costra sin cura, una peste, un crucigrama sin resolver. De regreso pienso en las veinticuatro horas en las que no me pensé, ni me sentí.
Me cambiaré de zapatos mañana recorreré el mundo en bicicleta, hasta que regresen los pájaros, los niños y los perros.

 

maravilloso !!!

 

Muchas gracias por el rescate, siempre es lindo recibir el cariño de la casa y de los grandes poetas compañeros.


Besos !!

 

Esta parte de tu escrito, me ha gustado mucho.
saludos poeta.

 

Gracias, cariños desde mi isla.

Feliz noche!

 

Navegar por la complejidad de tus pensamientos me hace sentir como marinero ávido por saber de las olas.

Te gusta el mar ?

Lo sé...

 

Amo el mar, es mi hábitat recurro a él cuando estoy bien y cuando no lo estoy tanto, vivo a cinco minutos de esa casa inmensa llena de olas y espuma.

Cómo no amarlo?...

Qué alegría tu visita en mi sencillo espacio de letras.

Gracias infinitas por venir.


Abrazote y besos para ti.