Metztli

Cuando las gotas de la lluvia, susurren en tu ventana

las palabras secretas, la señal que estabas esperando, ¡abre los ojos!

antes que tus cristales se rompan, bajo esos antifaces de carnavales,

antes que en el remanso de la noche tus ojos castaños tiren a matar,

en una ciudad sistematizada: sueños de insana perfección;

sobre calles alineadas, con milimétrica precisión

calles monótonas, frías, vacías, filas y filas

de edificios sin color, no blancos, ni grises,





simplemente sin color; sin distinción alguna

tus ciudades sin errores geográficos, sin ríos ni mares;

sin días de fuego ni lluvias de luna,

que con sigiloso pincel, dibuja con sombras

bajo tus mejillas, lunares de lagrimas.

Alma vagabunda, revélate a vivir en un país sin esperanzas

en una noche turbada que no puede concebir sueños

ya duerme el circo, ya el espectáculo se termino



antes que la cólera se apodere de todo, y solo quede infame desesperación

antes que tus manos se manchen de la sangre de sus montañas

y como arañas los brazos de una cálida mañana

te atrapen en su telaraña, antes que el día te descubra

y sus rayos lloren escarlata sobre tu espina dorsal,

flores y descargas eléctricas, sobre un camino de serpiente de piedra;

mira hacia arriba y dime que es lo que ves.





¡te hace falta una nueva historia, una nueva revolución!,

nuevos héroes, que sacrifiquen sangre en los altares del espejo humeante

Dime tú, la que intento matar a su madre, la de cascabeles en la cara

Perdiendo así cuatrocientos hermanos en el cerro de la estrella

Tu qué lloras flores sobre las piedras, dime si te gusta lo que ves,

Dime porque noche tras noche, aunque no sea estación, lloras

Sobre las tumbas de los que prefirieron soñar por siempre con

Una tierra libre de cadenas, que vivir poco viéndote llorar.​