Mi cadaver

Ya puedes descansar,
mi ferétro está cubierto
de rosas negras.

Dentro yace mi cuerpo,
únicamente mi fisonomía.
Un gran alivio para tu obsesión.
Lamento tener que decirte que
mi ser continua arrancando las
cruces del cementerio.

Me he ido tan lejos, que no
puedo acordarme de tu rostro
completo, pero algún día lo haré,
esperaré a que te inyectes la última
gota de morfina.

Entonces quitaré el cerrojo,
con toda la dulzura que mis dedos
puedan contener, atravesaré el pasillo
y te arrinconaré contra el cuadro de
la mujer sosteniendo una calavera.

Sabes cuál es la ventaja,
que tú te creeras víctima de una
alucinación.

Será cuando me oigas hablarte,
susurrarte, recorrer tu cuerpo.
No te atreverás a tocarme, porque
estoy muerta, no tengo existencia
real, aunque me cuestiono si tú
alguna vez viviste.

"Soñé tanto con ella, que ahora
mi subconsciente me la presenta
desnuda bajo los efectos de la epilepsia.

Tocar su sombra, será manchar
su recuerdo."- te dirás a ti mismo.
Eres un necio, y eso me reconforta.

Mira mis huesos, nunca serán
tuyos, pudiste sentirlos pero siempre
me trataste como un cadáver.

Ahora estoy muerta, este era tu sueño,
profaname, pero incluso inerte puedes
sentir mi ira, y el influjo que yo ejerzo sobre ti.

 

Maravilla de excelentes letras emocionantes de brillante calidad sobresaliente.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.

 

Las almas en pena tienen un encanto especial. Te falta la luna llena reflejada en el manantial.

Un reflejo de luna llena un recuerdo me encadena. Acaricia mi alma en pena, penando mi triste condena.

 

En este caso no es el cadáver el que sufre, sino el vivo que no sabe apreciar su vida, ignorando la belleza de la luna.
Muchas gracias por tus palabras Angel.
Un saludo.