Muerte Futura

Se parte, en dos, la esfera de la noche.
Tus ojos, yertos, subliman el dolor obsceno de mi mente.
Así, te represento: en sacrificio…
¿Para qué?, ¿Por qué no dejo de pensar en tu muerte?.
Te amo tanto
que, quizás, este amor busque límites o bordes
–acantos irreales de tu cuerpo-,
donde purgar el equilibrio a tanta dicha,
para cifrarse, para no enfrentarse
al postrero dolor que saja la inocencia de nuestra dualidad.
Tu muerte: emulsión de vida postergada en mi imaginación,
se hace palpable,
allí, donde la extensión sentimental de la herida
se gangrena.
Tu solo ser moribundo
abomina el instinto del amor simbólico:
te mueres en mi mente,
sucumbiendo en este espacio sin fondo
en el que el vacío significa pérdida;
y no hay abiertos claros
para tanta claustrofobia
en habitáculos de oscuridad,
no hay dilatación comparable a mi pupila
luego de perder tus pasos,
luego de olvidar tus huellas,
a lo largo de este sueño mitológico,
donde las parcas me adelantan tu destino: tu muerte futura.

 

Sin duda, sin duda es por eso, por "purgar tanta dicha".

Qué bueno, en momentos aún mejor que bueno.

Un abrazo

Luis

 

Colinas...nada hay más permanente que el olvido, solo la muerte claro, que también es el olvido continuado.
Precioso.

 

Poeta Colinas30: ¡Por fin puedo escribir a "Muerte Futura"! En parte me alegro, pues en todos estos días pude apreciar el poema todavía más en su contenido y figuras. Está muy bueno. Es verdad: la mente es una cosa seria y cuando ella se empecina en algo, difícilmente cambia. Entonces necesitamos el consejo, una palabra amiga que nos serene y nos diga "por ahí no (o por ahí sí)". Ahora bien: ¿Y cuando uno está en la soledad del poeta? ¿De dónde emana el llamado a ver las cosas desde un punto de vista distinto?

Aquí, el poeta se sumerge en un mundo, irreal para su presente, pero que -se asegura- tarde o temprano vendrá... y venido, ¿cómo será?. ¿qué sentiré, qué me pasará??? Es así que el poeta piensa y no deja de pensar en la muerte de ese "tú" a quien ama tanto que [hermosa figura:] "quizás, este amor busque límites o bordes / (...) donde purgar el equilibrio a tanta dicha, / para cifrarse, para no enfrentarse / al postrero dolor que saja la inocencia de nuestra dualidad./ ¡Hay mucho que comentar aquí! pero no se trata este comentario de un ensayo exhaustivo sobre la poemática de Colinas30 sino osados comentarios de un aprendiz a quien le gusta admirar la belleza como ella sea expresada. Y en estas líneas, ella se revela. ¡Cuántas cosas ha hecho el ser humano por amor! Lo bueno y lo menos bueno; lo malo y lo no tan malo. Suicidios, asesinatos, ¿quién podría contabilizar?... Pero el poeta, por amor, BUSCA (wow!) purgar el equilibrio. Goooool poeta. Eso me gustó mucho. "purgar el equilibrio a tanta dicha". Me alegró que el poeta Luis de Pablos se hubiese adelantado justamente de este verso. Cuando hace par de semanas atrás me dijiste haber escrito este poema yo lo leí con mucho detenimiento porque sabía que "debajo" de su ropaje se vestía una belleza inexpresable. La mente piensa en la muerte del ser amado ("Te mueres en mi mente") y se inquieta: cómo limpiar, purificar, sacarse del sistema todo lo que implica haber vivido, sentido, logrado con esa persona (TODO) con tal de no enfrentarse al dolor, lo cual le resulta al poeta más álgido que la misma muerte. ¿Por qué? Porque es la muerte de una realidad en la que dos son uno. No sé cómo explicarlo. Aja: sería como si a Dios, que según los teólogos es tres personas en uno, se le muriera una parte de Él. Es lo único que tengo a mano, a falta de otro ejemplo mejor. Es el centro del sentido de extravío dentro de la angustia romántica: "sin ti no valgo nada. Sin ti estoy perdido. Sin tí todo es vacío...¿Cómo será entonces cuando tu vida cese?". Hay muchas maneras de decir, poeta. Tú has sido como aquel buen escriba que ha sacado tesoros nuevos del baúl viejo. Y aquí nos tienes, considerando las capacidades creativas de tus esfuerzos. Permíteme extender una felicitación por tan magno logro. Sinceramente,

Herbert Luna

 

Amigo, leí este poema con escalofríos...

Me encantó.

 

Aunque se que hablas de la muerte en tu poema, creo que no te refieres a una muerte fisica o de alguna persona. Creo mas bien que hablas de que muera el recuerdo de una persona a quien amaste mucho, pero que muera en tu mente. Que ya no este en tu recuerdo, y es que cuando no hay recuerdos es como si no hubiera existido. Me gusto mucho tu poema, lo disfrute de principio a fin. Gracias por compartir, te seguire leyendo.

 

Querido Luis, siempre me alegra de una forma especial que te pases por mis letras porque, ciertamente, tengo una elevada opinión de tu hacer poético lo que hace que tus indicaciones, incisos sobre ciertos versos o tus comentarios en general me sirvan de guía o como punto de referencia para seguir avanzando.

Un abrazo: Emilio

 

Azul, no sabes lo que te agradezco el que pases - tan amenudo - por mis versos; aunque solo fuera para que a tí te gustaran, solo por ese motivo, valdría la pena esmerarse.

Un saludo: Emilio

 

Azul, no sabes lo que te agradezco el que pases - tan amenudo - por mis versos; aunque solo fuera para que a tí te gustaran, solo por ese motivo, valdría la pena esmerarse.

Un saludo: Emilio

 

¡ay, Dios mío, mi querido amigo y gran, gran maestro Herbert!. Sin duda, no he debido portarme tan mal en anteriores vidas porque Dios o el destino ha puesto en mi camino un gran amigo y poeta como tú.
Algunas veces cuando leo tus comentarios, ciertamente, siento vergüenza porque pienso que mis poemas no los merecen; es decir, mis poemas no están a la altura de tus disgresiones.
En fin, de todas maneras Herbert, como tú ya creo que sabes, me produce una alegría terrible el que tengas estas displicencias conmigo y, sobre todo, que ocupes una parte ( por no decir que pierdas) de tu precioso tiempo en analizar mi poesía.
Tengo que decirte, que tu análisis es objetivo y preciso sobremanera.
El poema no es más que el intento de sacar a la luz esa terrible certeza que es la muerte del ser amado. Pero, pasa que esta muerte, aunque no en acto, sí presenta su potencialidad en nuestra mente; es decir, sucede que en un momento, y sin saber el motivo, nos sentimos totalmente paralizados ante esa idea que, en ese presiso momento, ya no se proyecta en el tiempo (muerte futura), sino que se hace corporea (definitivamente presente) en un ahora.
Aunque es algo tan solo imaginado, duele con tan solo imaginarlo.
Entonces tengo que decirte, que has dado en el clavo en todo amigo mío, no tengo que añadir nada más a tus precisas palabras.
Solo quiero decir que tal vez, este tipo de composiciones no están en la linea o corriente en la que yo pretendo dejarme llevar. Me parece que el poema, áun teniendo ciertos destellos, es demasiado agreste y forzado y, sobre todo, falto de serenidad que es lo que yo más necesito en estos momentos. En fin, supongo que es un poema que sale a luz en un momento concreto de mi vida en que estoy algo más nervioso de lo habitual y, por eso, la pobre criatura se ha visto influenciada por el estado de alterabilidad de su progenitor.

Gracias de corazón querido Herbert por compartir conmigo la poesía. Emilio

 

Bellísima Scarlata. ¡¡¡Qué alegría!!!, verte tan amenudo por mis letras. Esta vez parece que te he asustado un poco. Lo siento de veras, pero es que los amantes de la poesía a veces somos un poco paranoícos y llevamos las sensaciones y los sentimientos hasta extremos un tanto transgresores de la realidad ¿verdad?. ¡Pero que narices!, en el fondo esto nos hace disfrutar más de nuestras vivencias, porque vivimos cada instante como si debiéramos pararnos a comtemplar su absoluta hermosura (sea felicidad o dolor lo que sintamos) por el solo hecho de ser o estar consciente ante esa experiencia vital que se nos revela.

Un abrazo para mi querida amiga y compañera. Emilio

 

Amigo Hector, no tengo el placer de conocerte (voy a pasarme por tu perfil de inmediato), pero que alegría descubrir que otro poeta se ha interesado por mi humilde poesía.
Estás en lo cierto cuando afirmas que se trata de una muerte que yo reproduzco en mi mente; y lo hago, ciertamente, de una forma obsesiva, descorazonada, como solo un hombre enamorado puede hacerlo. No podemos evitarlo ¿verdad?. Tenemos terrores ocultos que amordazan nuestra serenidad y esto se trasluce en representaciones mentales imaginarias pero, sin duda, muy dolorosas.

Espero, verte muy pronto por aquí, hasta entonces mis saludos más afectuosos. El que ya se considera tu amigo. Colinas30 (Emilio)

 

A mí me conmovió, Colinas.

Vayan mis estrellas por tal conmoción.

Un gran abrazo y Hasta el Próximo Renglón.

 

No fue susto, amigo... me encantó este poema la primera vez que lo leí y me ha vuelto a encantara ahora...

Abrazos para ti.