Nació una estrella en mi cielo

Sé que la gramática no es buena, y a veces hasta la rima suena mal. También sé que voy a escribir muchos poemas mucho mejores que este, pero por ser este el primer, dedicada a la persona que me enseñó a querer, la considero mi obra maestra

Nació una estrella en mi cielo
Por José Jesús Pérez Aguinaga

Nació una estrella en mi cielo
Llena de amor y de destellos
Es tu alma niña mía
La reina del firmamento

Eres tan dulce y tan hermosa
Llena de tanta vida
Que te ama todo el mundo
Hasta yo, que no te conocía

Eres mi alegría
Tu sonrisa ilumina mi vida
El solo mirarte
Me infundía paz

Tus ojos, un enorme mar
Tu mirar, un largo suspiro

Fue una noche mágica
Que te prometí una estrella
Y recordarte para siempre
Como mi luz, mi estela

Sin embargo
Al día siguiente
Un súbito terror
Tu muerte inminente

Un día no despertaste mi niña…

Tu corazón se paró
Era Dios que te llamó
Cubriéndote con su manto
Y en su pecho te acobijo

Ángeles te elevaron
Hacia el cielo te llevaron
En una carroza dorada
Cubierta de rosas y nardos

A tu paso las estrellas
Entonaron un hermoso canto
Mientras en la tierra
Era para mi solo llanto

¡Oh! Cruel sino infame
Que me separas de mi estrella
Aquella que tanto brilla
Aquella que era tan bella

Por que ahora,
Estando tan cerca de la dicha
Solo la desdicha
Alberga mi corazón

Pero miro el cielo
Y veo una estrella
Cada que la veo
Me acuerdo de ti

Esa estrella que brilla
Como ninguna otra en el cielo
Eres tú, mi niña
Mi sueño, mi anhelo

Si miras el cielo verás
Una estrella que brilla más
Es la sonrisa de mi niña
Ella… nunca nos dejará

Eres mi estrella
La más brillante de todas
La más valiosa de ellas

Entonces, miro al cielo impotente
Y en voz alta le grito al Señor
¡Señor impaciente!
¡Desvuélveme a mi amor!

Y cerrando los puños
Vuelvo a exclamar
¡Llévame junto a ella!
¡Para siempre poderla amar!

¿Qué sentido tiene mi vida?
¿Si no la puedo acariciar?
¿Qué sentido tiene vivir?
¿Si no la puedo abrazar?

Derrotado, solitario y afligido
Me arrodillo ante mi Dios
¡Señor! ¡Despójame de este cuerpo!
¡Júntame con mi amor!

¡Conviérteme en lucero, estrella o bengala!
Para que pueda estar por siempre
Con mi sublime amada

Al día siguiente, el joven no amaneció…

Pero se dice
Que en el lecho de su muerte
Una estrella apareció

Acompañada alegremente
Por un enorme resplandor
Una segunda estrella, a su lado apareció
Era el alma del joven que siempre la amó

Y al final están
Juntos en su amor
Unidos para siempre
Por la mano del Señor​

 

Solo te digo muy bueno, me gusto esa forma como lo compusiste, espero seguir leyendo mas de los tuyos, y no te desanimes en publicar, estamos aca para leer tus poemas. Te cuidas.

 

Bello poema y digno de estar en el foro de obras maestra un placer leerte, saludos nos seguimos leyendo

 

Sabes me sneti muy identificada con tu poema en mi cielo tambien nacio una estrella mi bebe de dos dias murio y no sabes como me he sentido es sensacional simplemente me toco el corazon

 

Recuerdo que para cuando estaba escribiendo esta poesia, pase por el foro de una amiga con poesias, y justamente su poema era dedicada para su hija, q fallecio a la edad de 12 años. La estrofa

Eres tan dulce y tan hermosa
Llena de tanta vida
Que te ama todo el mundo
Hasta yo, que no te conocía

es una variación de esa poesía q hace años lei. ¿Coincidencia?
Saludos!

 

Siempre los sentimientos resultan tan alcanzables, que nos hacen delirar... a veces tanto... que todas esas imágenes se vuelven en un escrito con rima y verso. Soy de los pocos que creen que una obra maestra, a veces es muy temprano publicarla con el simple hecho de que publicará en un futuro, y quizá cosas mejores. Con esto que acabo de decir no disminuyo en nada su escrito. Me gustó su escrito, por ahí usted comenta anticipadamente como leyenda a temor que le hagan ver los errores, pero quizá el único que vi., es el uso innecesario de las mayúsculas. Sabes, un poema viene del alma... si para vos es una gran obra maestra, no temas a los comentarios de propios y extraños, importa más lo que tú piensas.
Buen poema.

Saludos y Abrazos

Andrés Amendizabal​