Nada auspicia

Reposa el día sobre su huella
a la dulce impostura de los astros.
Hay un sueño herido
entre palabras que se agrietan,
un mar que sangra en las cuadernas,
un claroscuro guiñol que lleva hasta la infancia
y brillantes esquinas
en las noches que exhalan silencios.
El cielo olvida sus promesas
en momentos de penumbra
y solo una pequeña llama sin memoria
se asoma por sobre el tragaluz de amotinados vientos.
El tiempo pasa a través de los espejos
como una sombra, si acaso, del destino,
como yerma voz en el eco de la ausencia,
como amonestada soledad en el fragor del extravío.

 

Precioso! hace muy poco también escribí un poema en la atmósfera del extravío, me agrada la cercanía...
Un gusto leerte cada vez querido amigo...feliz 2019!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Muchas gracias querida amiga por tus siempre cariñosas y generosas palabras.
Ya ves, parece inevitable que el gusano siga royendo la manzana de vez en cuando.
Un afectuoso abrazo, Nancy.

Joserra.

 

Por cierto, feliz 2019. Que este año te traiga todo aquello que anhelas.

Un abrazo con mi afecto.

 

Evocativo poema , con elementos y metáforas para comprender que el tiempo nos dejas huellas , un placer.
Saludos .