Nadie mira a otros ojos en los autobuses

Nadie mira a otros ojos en los autobuses.
Los zapatos bailan cuando madrugan
pero es el suyo un baile esclavo,
dependiente aún de las sábanas.
El suelo barre restos de saliva,
la mandíbula apretada de la última noche,
el reglón que agonizó sobre el último bostezo.
Y bostezo ante las ganas de ojos.
Un pie anula a otro pie,
mientras la ciudad esconde su contenido
y da vueltas sobre si misma.
Es tanto el vértigo,
que, sobre la niebla de los tejados,
se proyecta un ojo observando a otro ojo.
Y el mundo vuelve a ser en blanco y negro.
Tan fácil, en apariencia,
como pulsar el botón de parada y abandonar.

 

...mientras la ciudad esconde su contenido,
da vueltas sobre si misma.
Y, es tanto el vértigo...

justo caminaba ayer por mi antigua ciudad La Plata y venía pensando en vértido de las grandes ciudades, como Buenos Aires, donde vivo ahora...

es una trampa peligrosa...
a veces pienso que también doy vueltas sobre mí misma...

que bueno sintonizar la coincidencia!

 

Esto es lo que os pasa a los urbanitas en cuánto salís unos diítas de vacaciones, a qué sí?

Y ahora fuera de bromas, buen poema y buenísimas imágenes

Un besazo

 

Quién pudiera, fuera capaz de abandonar, en esos instantes y pasear libre, por el Paseo del Prado, rumbo a Goya, a Velazquez o al Greco, o quizá a la cuesta Moyano a refugiarse uno entre libros...

Buen poema, Carmen, buen poema.

Un beso.

 

Y si, que sali mareado del viaje, a traves de ese impersonal mundo urbano que describes. Muy bueno mijita, muy bueno.
Un besote.

 

Muy bueno Scarlata, sigues siendo fiel a tu estilo inconfundible y misterioso. Un ápice de intriga en todos tus poemas.

Un abrazo.

 

En las grandes ciudades llega a asustarnos una simple mirada... Gracias por leerme... Un saludo.

 

Me alegra esa sintonia a pesar del charco inmenso que nos separa. Gracias y un besote, Paula.

 

Jajaja... cierto... las ciudades también tienen su lado malo... Un beso más grande.

 

Y que lo digas, Scarlata, todos mirando al suelo en el autobús.. de esta belleza se libran los ricos...Me encantó el tema y el poema.
Un beso muy fuerte

 

No quiero ser un comentarista adulador, pero considerame tu fans (pensé que nunca iba a ser fan de nadie, ya tengo 39 años).

 

Sí, es una tentación que a menudo, siento, Luis, la de abandonar y dedicarme a eso que dices... Un beso grandote.

 

Gracias, Raul, pero ningún mundo es impersonal del todo mientras las personitas lo habitemos... Un beso grande.

 

Gracias, florez, lo del misterio es una pequeña trampa... jajaja... Un abrazote y gracias por andar por aquí.

 

Los ricos no saben lo que son los autobuses... jajaja, aunque tampoco sé si miran demasiado a los ojos... Gracias por pasarte, Marina. Un beso gordo.

 

Jajaja... estoy encantada de que me leas, nada de fan, eh?... Un besote.

 

me encanta como sueltas,yo aun estoy verde,cierto eso de los autobuses,cierto,super cierto,mas aun por aqui,ojala el problema solo se limitara a mirarase a los ojos,pero por este lado del mundo el cuerpo tambien esta comprometido,saludos.

 

Me encantó tu comentario, Lucía... aunque no lo creas en todos los lados del mundo el problema se suele reducir a lo mismo, o eso creo... (el problema de fondo...)... Un beso y gracias muchas. Muac.

 

Tu poética ... me deja girando ... me saca los ojos y se los deja para si ...

y vives tan dentro que te arraigas ...

me encanta leerte amiga, es todo todo un color.

besos.

 

Buenas imágenes. Supongo que cada par de ojos va en lo suyo en muchos casos tratando de no cerrarse

 

A mí me encanta que me leas... amiga... sin lecturas, ya sabes, todo pierde un poco de sentido... Un beso y muchas gracias.

 

Si, rael... jajaja... yo también lo supongo... pero hay más, supongo, en ese evitar miradas... Gracias por leerme... Saludos.

 

Maravilloso, Scarlata. ¿Cómo he podido pasar tanto sin visitarte?
Un beso desde mi bahía.

 

Muy bello el poema, me gusta mucho ese estilo directo en sus imágenes claras aunque profundas y me agrada saber que no soy la única que se siente así en las ciudades grandes.

 

Bueno, estuviste cerca igual... Muchas gracias, Pedro... otro beso hasta allí.

 

No, no eres la única, Angelak... las grandes ciudades tienen algo atrayente pero a la vez son terroríficas... Gracias por tu paso, amiga.

 

Siempre he creído que mientas más grande la cuidad, más lejana estan las personas unas de otras...
"nadie mira a otros ojos en los autobuses" lo dibuja perfecto, ese miedo de sintonizar con otro, de dejar entrar a los demás, en un vértigo que lo ha descolocado todo... soy de pueblo chico nato
preciosísimo poema
un besazo

 

El suelo barre restos de saliva,
la mandíbula apretada de la última noche,
el reglón que agonizó sobre el último bostezo.


¿Nadie mira a otros en los autobuses? Parece que la mirada poética de Scarlatintas no deja de observar en ningún lado. Luego se transforma en Poesía.

Un besote.

 

Jaime, a mí, sin embargo, me atrae cantidad el vértigo de las grandes ciudades... un vértigo malsano tal vez, como otro tipo de atracciones inevitables...

Siempre es un gustazo tenerte cerquita.

Un gran beso.