Natación sincronizada.

Te sabes mía.
Es suficiente.
Economía, ecología y psicología.
Triángulo equilátero, sobresaliente.


Rodar, rodar y rodar películas de cine. Eso es el círculo.


El Universo es cinematografía.
Escena tras escena. Paisaje a paisaje. Fotograma a fotograma.
Golpe a golpe y verso a verso.
Tu cutis, terso.


Anverso y reverso. Haz y envés. Te toco y te empleo, como si fueras un piano.


Te palpo, con las yemas de los dedos.
Así, te enredo.
Así te limpio.
Te dejo inmaculada.


Pero tú protestas. No quieres estar niquelada. No quieres ser brillante, como el Sol.


Prefieres seguir a tu ritmo...
Me dejas solo, con mi algoritmo de búsqueda.
Con mis instrucciones propias. Con mis ideas fijas, en la mente.
Con mi mecanismo simple, propio de un cubo. Con mis dos dedos de frente.


Con mi sentido común. Con mi lejanía. Con mi rango estelar.


Y soy una estrella, en el firmamento nocturno.
Piensas: ¿ Quién es quién y cuál es cuál ?
¿ Qué más da ? Una estrella de cine.
Rumbo al gran punto cardinal, u Oeste.


Y al mismo tiempo, espectador. De vuestra natación sincronizada.

 

Se siente la escena de la sincronización y el disfrute al nadar, contemplando la estrella que en la película
no es casual, vive en el recuerdo. Un gran saludo cordial.

 

Gracias, compañero. Os estoy viendo.

 

Me gustó amigo Nommo. Un abrazo. Paco.