Naufragan mis deseos.

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Naufragan mis deseos.​

¿Cuándo retornarán mis mariposas

a revolotear ante mis ojos?

¿Volverán algún día hasta mis rosas

o el tiempo me ha negado esa alegría?

Cuándo veré mis hadas milagrosas

en el vuelo sutil, gira que gira,

lejos del ruido volcánico del mal.

¿Dónde se han ido en éste otoño mío?

Como el río pasa yo derivo

hacia el océano lejano del olvido…

Naufragan mis deseos, siento frío,

es la brisa parca que congela

hasta el último aliento de la espiga

y se cierne fatídica y ociosa,

sobre la humilde y pequeña mariposa.

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Casi la primavera y no se ve ni una mariposa, alguna abeja se tambalea arrastrada por el viento helado.
¿Evocarlas? Las invoco en mi mente y nada.
Pronto no habrá frutos...
Muchas gracias por pasar por mis versos.
Saludos cordiales desde mi bosque.
Matilde

 

El último rayo de esperanza, hasta que quede no la perderé. Aunque estemos viviendo tiempos difíciles, muchas personas están siendo más conscientes. Tu poesía es una forma de hacernos ver todo esto. Por lo demás siempre es hermosa. Un abrazo.

 

¡Mi querido amigo, cuanto agradezco tu noble paso por mis letras!
Tus palabras son un bálsamo que me llevan a seguir en este derrotero.
Sólo deseo que la mayoría tome consciencia sobre lo que estamos
viviendo.
¿Qué esperan para reaccionar, cuando se incendia el mayor pulmón
del mundo? ¿Otro incendio? ¿Una plaga? ¿Más devastación?

Dicen: ¡-A mí no me va a pasar-!
Cuando se abra la tierra y se los trague o
cuando las aguas de pronto arrasen,
cuando las arenas de los desiertos
nos cubran, será demasiado tarde.
Me siento cansada de tanta ignorancia.
Hace tantos años escribo sobre esto,
me siento morir lentamente.

Un abrazo con cariño amigo y vuelen palomas blancas por sobre
la cordillera. ¡Paz en la Tierra!