No me conozco. (Anti-soneto)

El odio no se sale de mi boca,
se queda entre los dientes atorado,
me surge de repente ahí encerrado
señalando por quien es mi alma roca,

es que sé entonces que hay alguien al que odio,
a veces no comprendo con que hondura,
no sé ni tan siquiera que aventura,
desliz, interacción o que episodio,

causó esa sensación tan malhadada,
mas esa relación quedó estrellada
y todo su calor no me calienta.

Necesito tal vez sicoanálisis
que logre deshacer esa parálisis
del pobre corazón que a mí me alienta.​

 

Es cosa de todos, aunque algunos ponen más empeño. Gracias por escribir la poesía.
Un saludo.

 

Maroc, gracias por exonerarme de este mal sentimiento disolviéndolo entre la multitud. Gracias por leer y por tu gentil comentario.Un abrazo. Luciana.