Nuestro peso específico

Nos sentimos dueños y no parte. La vida nos recuerda de tanto en tanto, lo frágiles que somos. Hermosa y reflexiva composición. Un gran abrazo querida bristy.

 

Es como comparar una columna de mármol, con un puchero de garbanzos.
La columna de mármol, es la Vida. Y el puchero de garbanzos, la Humanidad.
Luego, el firmamento al completo, se parece a un convento.
En el cuál, hay muchas columnas, pero todas ellas se comunican entre sí, arco a arco.
Viga a viga. Muro de contención, tras muro de contención. Y reina el silencio.


Entonces, los extraterrestres podrían parecerse a una paella valenciana...
A un guiso de lentejas...
A las alcachofas con jamón serrano...


Etc.


Cada mundo habitado, si alcanza a obtener vida inteligente, siempre será plato de buen gusto, para el cocinero Eón.