Nuestro vals

Vestí de blanco
mi alma virgen
sin credo que recitar...
la vestí de blanco
si, sin saber
que me esperabas...

libre la niña
sin temor alguno
¡¡¡libre!!!
con sus alas cicatrizadas
se atrevió a volar
sin peso que la anclara...

resurgió del fango
se despojó del estiércol
que a la inocencia manchaba
en tu manantial
purificó su pureza
y ángel terrenal
despertó de la tormenta
para bailar bajo tu sol...

se vistió de rojo fuego
Dios escuchó su ruego
la soledad la abandonó
sus cadena disolvió
y dejando paso al amor
cabizbaja sin maletas
a su reinado renunció...

Vestí de blanco
ante tus ojos
con pureza florecida...
vestí de rojo
entre tus brazos
como princesa atrevida
para bailar nuestro vals
toda una vida...


​

 

Así es.
Eso es eterno.
Aunque parezca que el triunfo es de la Felicidad.
Resulta que no puede ser duradera.
Porque la mucha Felicidad, provoca traumas.
Vamos a trompicones. Dando saltos, o caminando de puntillas.
Somos felices, hablando con un ser querido, o dando un concierto de piano, o manejando una bicicleta.


Pero no debemos abusar de nuestros preciosos cuerpos. Porque somos humanos, y divinos.

 

Mi estimado Nonmo muchas gracias como siempre por tu visita y por tus lindas palabras...saludos

 

Estimada pequeña anie:
Tu poema tiene la virtud de trazar la parábola de niña a mujer al pasar del blanco virginal al rojo pasional, con las vicisitudes que ello conlleva.
Te envío mi felicitación más sincera y todo mi aprecio. Saludos. Claudio

 

Un poema hermoso ,un placer leerte, un abrazo afectuoso saludos poeta.

 

Muchas gracias mi estimado Claudio por tu grata presencia y tus palabras...saludos

 

Muchas gracias mi estimado Jalvarez por tu gran presencia en mis letras y por tus palabras...un abrazo

 

Precioso renacer convertido en un bello poema de amor y vida, me ha gustado mucho amiga anie. Abrazote vuela. Paco.

 

Muchas gracias mi estimado Paco por tu encantador comentario, como siempre tu visita es un placer...saludos