Nunca estaremos preparados para un adiós

Hoy intentare dormir, pues he empezado a esperar lo peor.

En como un simple hecho puede transformase en un grave error,

Y luego este golpearte en las narices, y derramar nuestro futuro incierto.


Pensar que aunque el amor intente esconderse en el baúl oscuro de los recuerdos,

Jamás le será tan fácil esconderse en el corazón.

Que aunque tu cuerpo tiemble como si estuvieras desnudo en el frio invierno

Y se sienta ligero como que no existiese la gravedad,

tu corazón sigue latiendo para poder seguir amando.


La incertidumbre se apodera de tu mente

y te da un disparo en la frente para regresar a la realidad.

Porque sientes que tu escape a la libertad se pierde en el vació inmenso de una noche nublada,
porque el humo de un cigarro no es suficiente para ocultar lo que pasa.


El sacrilegio más caótico de condenar al amor aun estando vivo llega a ser cada vez más grande.

Porque sientes que tu vida se acaba y encuentras razones para morir estando vivo.

Pensar en que un hoy no pueda tener un mañana como el de ayer,

Y no saber qué sería de nuestras vidas si pasara lo peor.


Y aunque pasemos muchas o pocas veces por estas andadas de la vida,
nunca estaremos preparados para decir adiós.
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Una gran verdad inmersa en tus versos. Somos reacios a las despedidas, sobre todo, cuando hay un vínculo de afecto. Saludos.

http://www.mundopoesia.com/foros/blogs/joblam.27132/

 

Hay siempre cuentas pendientes por mucho que se diga adiós. Cerrar la puertas abiertas nunca está demás. Un fuerte abrazo. Encantado de pasar.