Nunca me gustaron las multitudes

Me rodean las personas
con disgusto me observan,
algunos lloran
otros
escupen sus entrañas.

El murmullo se extiende
el miedo se apodera
no tardan en aparecer
los primeros gritos.

Me intentan levantar
me intentan ayudar,
no se deben esforzar
he elegido mi lugar.

Veo luces coloridas
sirenas estridentes
entorpecen silenciando
la melodía de las trompetas.

Me levanto del suelo
me pongo la capucha
aprieto la bufanda
y sacudo el polvo.

Me voy de ahí
dejando a los lobos de Hobbes
la carne que tanto ansían,
mientras me refugio
en mi mundo inteligible.



Dimitar Nikolaev Iliev [31-10-2018]

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Felicidades por esa fortaleza de seguir adelante,un gusto ,saludos.