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Oda a mi madre y al valor de las raices en su amor.

Tema en 'Odas y Cantos' comenzado por Yoe F. Santos, 28 de Mayo de 2007. Respuestas: 0 | Visitas: 10289

  1. Yoe F. Santos

    Yoe F. Santos Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    15 de Septiembre de 2006
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    Mamá.
    A: Rosa Digna Graciano Rodríguez (a) Niña, por su bravura y determinación - por el estudio y la conducción de iniciativas de salud, con enfermedades infecto-contagiosas- en un ambiente de intolerancia, patriarcal y politica, sin renunciar a su libertad, y vocación de mujer y madre, desde la primera mitad del siglo XX. Gracias mama, por tu ejemplo, solidaridad con quien sufre y sensibilidad para ver -venir y participar-- los giros de los vientos del mundo- desde la base de la sociedad. Mirándote en retrospectiva, creo que nada hay de que quejarse, con Jannia, hoy: en parte ella, es como eras tú misma fuiste, sesenta anos atrás. No tengo dudas, fuiste la primera mujer empoderada, a quien conocí y ame.


    Diría que a tus años
    todo lo has visto
    Tendría que admitir
    eres de metal inoxidable

    Si reconstruyo
    cada uno de los instantes
    en que me salvaste de la muerte
    para seguir adelante
    con mi plan de vuelos
    las guerras en la terraza
    aquel tren inolvidable
    o todas las fiestas
    con que se fue
    dibujando
    en tus manos
    mi infancia.

    Hoy que te acercas
    a tu primer siglo
    no volveré a sufrir
    aquellas historias
    aladas y perfumadas del centenario
    ni las largas caminatas a pie
    desde la finca
    al Parque Independencia
    cuando la guerra
    pesadilla real
    acopio todos los combustibles
    para la muerte
    y ya no se importaron
    mas herramientas alemanas
    ni atracaron mas buques
    con sabor a fiesta
    la muerte
    compro todos los cupos
    y las reservas
    y cada pupila insomne
    veía por su propio odio
    las pequeñas muertes
    en su propio vecindario
    sin lunas ni pasaportes
    antes y después de la primera
    manifestación y Mauricio Báez.

    Tampoco hablare
    del martirio y los caballos
    del ordeno febril
    de las horas
    para alcanzar la luz
    cuando se es la única mujer
    en una larga familia
    de hombres.

    Este día
    a esta hora
    me bastan todas las miradas
    como un álbum
    florecido
    en un mar picado
    después del naufragio
    para decirte
    que cada palabra tuya
    ha sido premonición
    fiesta
    y luz
    para mis pasos
    la mayor parte de las veces
    muy confundidos.

    Mientras voy quedando solo
    encerrado en mi propio cepo
    te pienso
    desde mi centro de captura
    y aislamiento
    custodiado por papeles
    atrapado por mil hilos invisibles
    anudado a mi cuello el teléfono
    como un brazalete o corbata
    que me conecta con los oficiantes
    del stress y la prisa
    con los delirios de amor
    con tu voz cálida
    o las viejas canciones
    que me cantabas
    en un rincón de la cocina
    mientras la guerra civil
    nos deshacía el alma
    en su registro
    desde el mágico
    viejo Phillips
    y su machacona repetición
    de que los constitucionalistas
    tendrían que lanzarse al mar
    sobre el armario.

    Pienso el caballito de palo
    y mis largos recorridos
    por aquel micro universo
    que era el patio
    y en tu llanto.

    De aquella inocencia
    febril frutal
    cuando me soñabas
    predicador
    y todos nuestros viajes
    religiosos
    de placer
    tatuados en la memoria
    como carimbo
    me quedo con la devoción
    por el balsié
    de tu padre
    y mi infinita sed de canciones
    pensar la locomotora
    cañaverales
    Pantoja
    Palabé
    Manoguayabo
    Cabayona
    Bayona
    Lava pié
    Mata los Indios
    a caballo
    otros paisajes siderales
    otros modos de sentir
    el amor
    o la pelusa de la cana
    o el fogoraté del alma
    en un mapa oculto para sensaciones
    hijas del ron y el tabaco
    la fiesta
    el atabal milenario
    despertándonos
    otras miradas
    concupiscentes
    a veces
    en aquello que urbanistas
    y entendidos
    llaman hoy
    Santo Domingo Oeste
    y que no era mas
    en tu infancia
    y desde antes
    de que alumbraras el mundo
    con tu risa
    un tupido espacio
    de vegetación silvestre
    como silvestres
    eran las fiestas
    la vida
    los rencores
    las guerras intestinas
    entre siglos
    para la fundación de esta
    republica bananera
    iluminada por Duarte
    en su cosmovisión
    de que siendo como éramos
    desnudos
    descalzos
    bravíos
    iletrados
    multicolores
    con esa misma gente
    podría ser posible
    “crear
    una nación
    donde la única aristocracia
    posible fuera la del talento”
    .
    Ahora veo más claramente
    al abuelo
    embriagado de pañuelos
    policromos
    y tambores desafiantes
    perdido en la montería
    a caballo entre los siglos
    rodeado de negros
    y mulatos
    en descampados
    oliendo a biní- biní
    rompe-saraguey
    amansa-guapo
    agua de las siete potencias
    mientras el trance
    hacia girar los árboles
    hasta el filo de la leyenda

    Esos negros y mulatos
    que hasta su hambre danzaban
    que en la cosecha
    saltaban al compas del tambor
    no habian perdido de la memoria
    ni la esencia
    ni el dolor
    ni la humillación
    del carimbo
    mientras en el abuelo
    fue destiñendo
    en su vida
    el bergantín
    en que un día
    su padre como el padre de su padre
    llegaron curiosos a la isla
    para enamorarse
    fundar negocios
    y olvidar los paisajes
    peninsulares

    Comprendo también
    Los celos de la abuela
    sus rescates a caballo
    quinqué en mano
    y sin miedo
    tras su marido
    retrasado por la vida
    alguna fiesta perdida
    en la noche

    Difícil es mantenerse
    secos o no empaparse
    de este trópico
    rumbero
    contagioso
    mágico y rebelde
    hasta pedir
    sin remordimientos
    defendiendo su libertad
    como razón de vida
    frente a tus propios hermanos
    de sangre y origen
    el tiro de gracia.

    Se puede amar
    aquello que nunca
    se había visto
    hasta dejar su vida
    en los campos de batalla,
    luchando como uno mas
    a brazo partido
    por la nueva gente
    aromando las nuevas tierras
    con su tabaco y su caña
    Lo decía el poeta:
    “Uno no es de donde nace,
    Sino de donde es feliz”.



    Contexto: El ultimo domingo de mayo, Republica Dominicana, celebra el dia de las madres, este ano, compromisos de trabajo me impidieron verte, pero no dejar de pensarte, como en todas las mamas del mundo, cada dia. Este es el heroismo que la invisibilidad y un orden, patriarcal, jerarquico y excluyente, dificilmente visualice para la mujer, en paises como los nuestros. Mas... cuando ya las mujeres son mas de las 2/3 partes de la poblacion universitaria dominicana, Gracias a Dios, este reinado y pisoteo de siglos... esta por terminar, para que comencemos a andar, todos y todas, como iguales, a la conquista de los suenos de prosperidad, bienestar, participacion horizontal en la construccion del destino de la familia, la agenda y el proyecto creible de desarrollo a escala humana, con o sin la aquiescencia de los viejos y nuevos liderazgos y partidos politicos, desde la base de la sociedad.


    Yoe F. Santos
    http://www.yoesantos.com
    Santiago de los Caballeros
    28 Mayo, 2007
     
    #1

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