oyendo viejos temas

la imagen de la mujer se desdibuja
amanece mientras el travesti moreno con sus largas botas blancas
hace un fellatio en medio del auto en el asiento de atràs

cuando eyaculo ya amaneciò

la imagen de la dama se borra de pronto
son dos chicas en la tarde del domingo
acaso fantasean con una festichola un trìo
pero yo no me doy por enterado:
una de ellas se va y apretamos con la otra

poco despuès estamos en el tortoni:
nos invitan a bailar un tango una milonga
incluso nos aplauden es viernes a la noche
al otro dìa bailamos en una casamiento y nos ganamos unos mangos

ensayamos en todas partes
en cualquier parte: al aire libre en las plazas o en el living
para disgusto de los parientes
que detestan esa mùsica casi demonìaca

cada tanto nos besamos en la boca
mientras miramos a travès del ventanal que da a la avenida y al rìo

en los grandes almuerzos en los que se reùne toda la parentela alrededor de una gran mesa
yo me siento como sapo de otro pozo
no sè donde meterme
soy excesivamente tìmido

eso no nos impide entregarnos a las acciones sexuales màs frenèticas
en cualquier momento del dìa
en cualquier parte
o de la noche
como dos animales eternamente en celo
o como mìnimo enamorados

que se miran a los ojos
eternamente embobados

entre tus brazos fui muy feliz
despuès me diste la espalda
y caminaste hacia el horizonte
y el crepùsculo
como en el final de una pelìcula

todo eran finales y despedidas

siempre por una razòn o por otra
por hache o por be
me quedaba solo
poco a poco
casi sin darme cuenta
como en el poema de nicanor