Palidez

Huele a lo mismo de siempre el adiós,
ese gesto suyo y una mirada ebria.
Como a hojas muertas de hastío, a inesperado
relámpago, a caricia robada, palidez de la cara
que esconde la luna.

Se suman las últimas visiones agazapadas
en el cajón izquierdo, salón ornado
de aromas grises y dalias azules,
cortinas cerradas, cenicero lleno.

Una formación de grillos hace música alada,
chirrido de bisagras en niebla espesada con harina.

Y en la cristalera, innumerables capullos de seda
cruzados con gotas de sangre alcanforada perforan
el arco cromático hasta llegar al centro de la tierra.

 

son buenas las figuras de la primera estrofa y encadenan y concuerdan bien.
Me gustan.
por ejemplo, la mirada ebria con hastio en las hojas,
caricia robada, etc...
es linto tu poema,
tiene unidad, un sentido consistente pero varia bonito.
No soy experto pero me gusta.

saludines...

 

Hola, Quinto, nuevo placer tu paso por mis versos. Siempre agradezco esas palabras de apoyo, amigo.
Saludos, y hasta pronto.

 

Me provoca leer tu poema el saber q no encontrare una sola dirección, que la imaginación se saciara mas de una vez,
intentando definir cual de todas mis concepciones es la tuya, besos poeta, siempre un placer estar acá.

 

Hola Un gusto leerte
oye y a que huele el adios,
a si, a hojas esparcidas por
el viento..
Saludos y estrellas
¡SONRIE

 

Cada vez reluce mi diamante asesino... Asesinameeeeeee!!!! Mis besos; abrazos y estrellas querida SuSy... =)

 

Hola Susy...

Utlizas buenas metaforas y muy originales...en tu poema...Creo que voy a llamar a Sherlock Holmes para que descifre quien es el matón o matona jejejje...Habra que analizar las colillas del cenicero en el laboratorio...Eres genial amiga.

Un saludo

 

Mary, seguro que coincidimos en más de una dirección. Besos, preciosa.

 

El adiós, querida bonita, huele a lo que tú quieras, corazón. Besazos, sonriente poeta.

 

¿Tienes un diamante asesino...? Bueno, pásamelo, aunque asesino, no deja de ser un diamante. Y ya, de paso, cumplo con tu voluntad, querido Manu jejeje.... Besazos.

 

Que no, brujo, que no analicen nada, que luego es peor jajajaa....
Gracias, estimado poeta, por todo tu cariño. Besos.

 

Desde mi interpretación empírica, lo sentí. En su corta extensión explica muy bien el momento.
Me imagine la escena en tono de grises con los pequeños toques de rojo de esa sangre alcanforada.
Me identifique mucho además, porque inmediatamente me trajo al pecho ese sentimiento de resignación que tantas veces toca sentir, y que aquí claramente evocas.
Ahora, desde el punto de vista técnico en sí, tienes imágenes geniales. Particularmente me gustó como combinaste el sonido de los grillos y las bisagras. Es muy descriptivo todo, lo esencial para capturar la escena y la esencia, como lo hace un fotógrafo en el instante preciso.
Mis aplausos, me encantó.
Saludos.
​

 

Pálida he quedado yo con tus bellos versos mi querida susi, genial. Felicitaciones. Besos con cariño y estrellas.

 

Querida princesa. Me gusta que lo hayas leído con una sensibilidad que te acerca a lo que quise expresar. La resignación ante lo inevitable deja de serlo cuando comprendes que no hay más solución que mirar hacia otro lado, hacer un retrato en blanco y negro del ambiente para no dejar de recordar lo que se ha aprendido.
Me encanta la fotografía, me ha llamado la atención la referencia a ella, y creo que tienes razón. No he escrito más que un bodegón fotografiado.
Saludos, poeta.

 

Las estrellas que más me gustan, preciosa Yaneth, son las líneas que forman tus versos.
Gracias, corazón.

 

Retenciones en blanco y negro
donde la resignación por lo que se vive
o se ha vivido y nada se puede hacer
mi cámara solo hace colorines jajaja
me gusta más el gris sepia de antes
es más auténtico.

Besazos hermana
Todo un bodegón mental

 

Un bodegón es una bodega grande, ¿no? jajajaaaa.... cada uno con lo suyo, hermano.
El sepia es el color de las fotos que se recuerdan con añoranza, que es como se debe recordar cualquier cosa que haya pasado hace más de diez años... aunque no sea un recuerdo perfecto.
Besos, corazón.

 

Ciertamente describes una escena que, no por confusa (al menos para mi), deja de tener un fuerte poder de atracción, a la vez que deja traslucir un hondo sentimiento. Es este caso huele a nostalgia pura y dura.
¡Mil ósculos, Reina Mora!.

 

También se convierte para mi en algo bastante confuso el resultado, tanito. Pero nunca me gustaron las cosas fáciles, corazón.
Besazos, gitano.