Parábola de la mujer adúltera

Hablar y murmurar era su drama

con dimes y diretes trajinando,

con malas artes siempre calibrando

lo que a veces merece ingrata fama.


Lucía así en su corte el panorama.

Aunque no fuera el único acusando,

muchos otros gozaban escuchando

lo amargo que destila en su soflama.


Mas, quien esté de toda culpa libre

que dando un paso al frente se decida

a tomar un guijarro con calibre.


Y lo lance con rabia reprimida

alcanzando la gloria del primero.

Acaba de surgir un justiciero.
​

 

Hola, Bernardo.

Una duda, si ese más puede sustituir a pero es sin tilde. si fuese un más para contar más cosas yo pondría dos puntos, pero creo que tiene más sentido en un soneto la primera opción.

Un abrazo.
Sergio.

 

Bonito soneto, no creo que se halle alguien libre de culpa. Chausito.

 

Por supuesto,llevas razón ha sido un lapsus.Corregido y gracias. BErnardo de Valbuena

 

Es APTO, Bernardo.

Saludos, suerte.